Fulgencio Coll quiere hacer política
Nos preocupa que Coll haya llegado con planteamientos de alta política al estilo de Vox, que se traduce por esto lo arreglo yo con dos patadas

"La línea roja" de Matías vallés (10/01/19)
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Palma
Por increíble que parezca, llevamos un mes sin hablar de Vox.
Y habrá que hablar de Vox, si queremos saber por qué no hemos de votar a Vox.
Por ejemplo, cada vez que le digo a un palmesano que el teniente general Fulgencio Coll puede llegar a alcalde de su ciudad, me mira raro.
Sin embargo, hasta Mateo Isern le ha entregado las llaves de Cort a un militar que no multará a los palmesanos, se limitará a arrestarlos.
Muy mal tiene que estar el PP, para que este teniente general de Zapatero haya acabado en las filas de Ultravox.
Coll, o Fulgencio, tiene un currículum tan abigarrado que cuesta entender que haya acumulado tales logros en solo setenta años de vida.
Y aunque en los cuarteles solo se reside por obligación, reconoceremos que son lugares razonablemente limpios y silenciosos.
Limpieza y silencio, las dos únicas virtudes que pedimos a Palma y que ningún alcalde ni alcaldesa consigue darnos.
Por eso nos preocupa que Coll haya llegado con planteamientos de alta política al estilo de Vox, que se traduce por esto lo arreglo yo con dos patadas.
Si Coll quiere triunfar en su carrera a la alcaldía, debe volver a los problemas básicos que definen la profesión militar, una plaga de piojos en un barracón o la crisis de la coronela que reclama un asiento en la mesa presidencial.




