Soluciones para el cambio climático

Aranda de Duero

El cambio climático es real, ya ha llegado y debemos aportar soluciones para que la industria del vino pueda adaptarse a él, mitigando todos los problemas que este pueda ocasionar. Ese es el objetivo que la Cumbre sobre el Cambio Climático que tendrá lugar en Oporto del 5 al 7 de marzo, y que ha sido presentada a nivel regional la mañana de este viernes en Aranda.

El evento está organizado por Taylor´s Pord y Maketind & Events y reunirá a más de cuarenta ponentes de diferentes partes del mundo. Entre ellos los españoles Jaume Gramona, Miguel Torres, Pau Roca, varios científicos, la presidenta del grupo Louis Vuitton, profesores de universidad y grandes bodegueros a nivel mundial.

Dentro de la presentación del evento, Pancho Campo, activista medioambiental, ha presentado el llamado Protocolo Oporto, el cual surgió de la primera cumbre celebrada en la ciudad portuguesa y fue presentado por el expresidente estadounidense Barak Obama el 6 de julio del año pasado.  Este protocolo pretende unificar al sector del vino con dos objetivos: el primero de ellos un compromiso a frenar el cambio climático y el segundo poner en común experiencias, casos de éxito o estudios referentes a este fenómeno.

CÓMO AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO AL VINO

La viticultura se ve afectada por el aumento de las temperaturas. El cultivo de la vid está totalmente influenciado por el clima, las lluvias, la humedad relativa del aire o los rayos ultravioletas. Estos parámetros afectan a la calidad de la uva y como consecuencia a la calidad del vino, esto genera cambios que provocarán una mayor intervención por parte del bodeguero.

Por decirlo de otra forma, al recibir más calor, las uvas se ven expuestas a una mayor madurez que aumenta el azúcar que poseen las bayas, subiendo de esta forma la graduación alcohólica que posteriormente tendrán los vinos realizados con esos frutos. De la misma forma que aumenta el azúcar en la uva, también baja la acidez de forma que la madurez de la uva se ve desdoblada, haciendo que la madurez alcohólica y la fenólica no lleven el mismo ritmo.

Los problemas que surjan con el cambio climático afectarán de forma más agresiva a las zonas de cultivo más cálidas ya que tendrán una dificultad mayor para la adaptación. En las zonas frías, al menos de momento, se podrán paliar los problemas que el aumento de las temperaturas acarrea. Esto es lo que le ocurre a lugares como la Ribera del Duero, que debido a su situación geográfica, tiene un impacto más leve que otras zonas. Sin embargo, una de las mayores características de la zona, que viene dada por la gran diferencia de temperatura entre el día y la noche, ya se está viendo afectada, debido, sobre todo, al aumento de las mínimas nocturnas que están acortando su distancia con las máximas.