Urkullu y Darpón fingen normalidad

Bilbao

El lehendakari y el consejero de salud inauguraron ayer el centro de salud de Retuerto. Les esperaban muchos periodistas, ávidos de un gesto que interpretar, tras el informe de la Fiscalía y la posible reprobación de Darpon en el pleno del 21. Llegó Urkullu solo: le salió al encuentro Darpon, se dieron la mano. Posaron juntos en las fotos.

Todos lo interpretamos como un respaldo de Urkullu a Darpón. Pero no tenemos con qué comparar. En sus 6 años de lehendakari, Urkullu no ha hecho ni una remodelación de gobierno. Tenía más motivos cuando Ángel Toña le ocultó que estaba inhabilitado y solo prescindió de él al cambiar de legislatura. Los cambios en sus gobiernos han sido los estrictamente necesarios, para acoger al PSE, por razones de salud, o por salto a los ayuntamientos, como Aburto o ahora Retortillo. Mantuvo a Beltrán de Heredia tras la sentencia de Cabacas y ahí sigue Maite Iturbe, reprobada por la Cámara.

Es evidente que el Gobierno intenta transmitir esa imagen de respaldo y normalidad. Hoy comparece el consejero con un decreto sobre farmacia en las residencias. Pero, ¿quién sabe? Fíjense en el fútbol. Cuando el presidente sale a avalar al entrenador, es cuando le quedan dos telediarios.