Pericay y la silla

Palma

¿Ciudadanos le está moviendo la silla a Xavier Pericay desde Madrid? ¿Le están invitando a irse para ahorrarse el desgaste que supondría echar a uno de los fundadores del partido?

En la semana en que Ciudadanos decide su candidato al Parlament balear, surgen dudas razonables sobre el futuro político de su hasta ahora incontestable líder, Xavier Pericay.

Y todo por la incorporación de José Ramón Bauzá a Ciudadanos. Pericay, miembro de la ejecutiva nacional del partido, se enteró del fichaje a través de los medios de comunicación. Y ya ha dicho que si Bauzá viene a Baleares, él sobra.

Con el precedente del TIL, fichar a Bauzá de asesor en cuestiones de "discriminación lingüística" es como pedirle a Herodes un plan de guarderías. Pericay lo sabe, como sabe también que el hecho de que le asocien a Bauzá le va a perjudicar en campaña si sale elegido candidato. Por eso no quiere verle ni en pintura, aunque comparta la esencia de su proyecto lingüístico.

La incorporación de Bauzá a un partido que dice ser liberal de centro como Ciudadanos se explica desde el interés de Rivera de atender no sólo el eje izquierda-derecha, sino, sobre todo, el eje españolista. Ahí compite ferozmente con PP y Vox y necesita hacerle guiños al electorado que votará con la motivación principal de defender la unidad de España.

Bauzá quiere seguir en la capital. Allí está protegido por las expectativas de quienes ignoran su manera de gestionar los asuntos públicos. La cuestión es si está en condiciones de aportar votos a la causa naranja además de asesoramiento.