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Memoria histórica

Los restos de los fusilados por el franquismo en Sant Ferran ya descansan en el cementerio

Se ha hecho entrega de manera simbólica a la familia de los tres restos que tenían impacto de balas

Un momento durante el acto de homenaje a las víctimas del franquismo / Consell de Formentera

Un momento durante el acto de homenaje a las víctimas del franquismo

Formentera

El Govern ha devuelto a los familiares parte de los restos de los fusilados y exhumados en la fosa de Sant Ferran, en Formentera, depositándose después dichos restos en un nicho del cementerio.

Las víctimas, han recordado desde el Govern, fueron exhumadas entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2017 en una acción impulsada por de la Conselleria de Cultura, Participación y Deportes.

Los restos se hallaron durante los trabajos de localización, excavación y posterior exhumación de la fosa situada en el interior del cementerio de Sant Ferran, propiedad del Obispado. En concreto, se llevaron a cabo seis sondeos interiores y cinco sondeos exteriores en el cementerio.

Los sondeos interiores se realizaron en los lugares donde la tradición popular indicaba que se encontrarían los cuerpos, que debían estar junto a la puerta de entrada, bajo unas tumbas construidas entre 1956 y 1984, debajo de una fosa y en una parte del cementerio donde aparentemente no había ninguna cruz.

Los sondeos exteriores tuvieron lugar con máquina excavadora donde también la tradición popular apuntaba que los cuerpos podían encontrarse. Allí se comprobó que la tapia sudeste tenía unos restos de cemento que tapaban agujeros en el muro causados por disparos y se encontraron 4 proyectiles, uno enquistado en la pared.

Según el Govern, durante los trabajos tomó fuerza el relato que explicaría que los restos se habrían transportado al osario. Los técnicos encontraron un fragmento de húmero y dos de cráneo con una erosión causada por arma de fuego que supuestamente corresponderían a las víctimas del franquismo.

Para llevar a cabo las comprobaciones de las víctimas se ha procedido de dos maneras. La primera, ha sido a partir del estudio del registro civil, comprobándose los años comprendidos entre 1991 y 1944.

De los 156 individuos que aparecen, ninguno tiene como causa de muerte registrada un impacto de proyectil, por lo cual estas tres piezas de hueso podrían corresponder a alguna de las cinco personas asesinadas.

La segunda comprobación fue la compatibilidad de ADN entre estos restos y familiares vivos de las cinco personas fusiladas. El ADN estaba dañado y no se ha podido asegurar la consanguinidad.

Por ello, se ha hecho entrega de manera simbólica de los tres restos que tenían impacto de balas, depositándolos en un nicho donde ahora los familiares podrán ir a recordar a sus parientes.

 
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