El patriotismo en las agresiones sexuales
En Balears nos fiamos genéricamente de la prensa alemana, también cuando habla de uno de nuestros conciudadanos

"La línea roja" de Matías Vallés (11/07/19)
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Palma
Han oído hablar de la manada de Cala Rajada, un grupo de cuatro ciudadanos alemanes que presuntamente violó a una compatriota en un hotel de dicho enclave mallorquín.
Dos de los agresores están en la cárcel tras la oportuna revisión judicial, otros dos fueron liberados con cargos.
Hasta donde podemos abarcar, en Balears no se ha empleado la noticia para despertar un sentimiento antialemán, y la agresión ha servido para reavivar el rechazo contra la violencia que sufren las mujeres en nuestro país.
Por eso me ha sorprendido el calculado escepticismo de la respetable prensa alemana al abordar el suceso.
La información no se presentaba como unos hechos que tuvieron lugar según el relato de la víctima alemana, sino colocados entre interrogantes.
En otra cabecera se dudaba de que los autores de origen turco fueran alemanes.
En Balears nos fiamos genéricamente de la prensa alemana, también cuando habla de uno de nuestros conciudadanos.
De ahí que la interpretación de una posible violación en grupo desde un prisma patriótico no solo reivindique la obligatoria presunción de inocencia, sino la preeminencia intolerable del pasaporte de los supuestos agresores sobre los hechos que han cometido.




