* Kilómetros de pescado pudriéndose al sol
En este momento hay en la frontera entre Mauritania y Marruecos una cola de 20 kilómetros de camiones de armadores gallegos, que se desesperan porque ven como el pescado fresco que tiene que llegar a nuestros puertos se está pudriendo en los camiones.
Pontevedra
Los problemas empezaron en enero y se suavizaron un poco durante el Ramadán, de manera que algunos camiones pudieron pasar. Pero superada la celebración de nuevo se acentuó el cierre de la frontera y ahora mismo, desde hace una semana, ni entran ni salen camiones. Nada se mueve y Maria José de Pazo, representante de la pesca del fresco en este conflicto, asegura que la situación ya pasó de insostenible a desesperada.
La solución pasaría por dejar la carretera y seguir camino por mar, pero eso precisa de un papeleo y una serie de gestiones a nivel político. Por eso María José de Pazo está hoy en Bruselas, llamando a todas las puertas para pedir ayuda.
Armadores gallegos de puertos como Marín y Ribeira también hacen gestiones, pero de momento sin solución y las pérdidas económicas siguen sumando y muchas familias del Morrazo, Salnés y Barbanza se están viendo muy perjudicadas, ya que los trabajadores reciben una parte del salario en función del valor de las capturas.