Cocina de mercado y producto en la esquina de la plaza de Canterbury

Jerez de la Frontera

Muy pronto habrá buenas noticias para la hostelería local y no tardarán nuestros representante políticos en ponerse en todas las fotos, colgarse las correspondientes medallas y presumir  del "potencial gastronómico de nuestra ciudad". Ya lo estoy viendo, y si no al tiempo.

Pero bien haría esos políticos en hacer bien su trabajo, en vez de buscar micrófonos y cámaras como posesos ¿Qué cuál es su trabajo? Secillamente el de facilitadores y agilizadores de los muchos proyectos que se atascan en Urbanismo mientras sus impulsores son mareados con papeleos interminables e idas y venidas de ventanilla en ventanilla.

Podría nombrar decenas de casos, pero el que nos ocupa ahora es el de Isidro López. El joven y prometedor chef de Tiemar, la gastrofábrica con la que triunfó en un local de apenas 50 metros cuadrados en la barriada de San Joaquín, lleva un año atascado en la insufrible burocracia. Durante este tiempo, para poder hacer frente a la importante inversión realizada en el nuevo local de la calle Rosario, ha tenido que trabajar en la feria y en un catering y compatibilizarlo con la nada sencilla tarea de atender la ingente e insoportable burocracia administrativa.

Durante este trámite hay proyectos que se frustran y el de Tiemar no sería el primero ni el último por desgracia. Muy al contrario, Isidro López vuelve a dar muestras de su valentía y espíritu emprendedor, y mientras se sigue armando de paciencia para que le den luz verde al inicio de las obras del nuevo restaurante, se ha embarcado en otro proyecto. Abrirá sus puertas en un par de semanas y llevará por nombre "Tuétano Brasserie". Ocupará la esquina de la plaza de Canterbury, justo en el lugar donde cerraba sus puertas meses atrás el Foster`s Hollywood.

Isidro y su equipo se han pasado todo el puente entre cubos de pintura, dándole los últimos retoques a un establecimiento que se especializará en cocina de mercado y producto, con atención a las carnes y a los pescados de la zona. En realidad, es un concepto alejado de Tiemar y que tiene vocación de quedarse cuando abra sus puertas la nueva gastrofábrica, allá por el próximo mes de marzo. No en vano han firmado un contrato de arrendamiento por tres años.