"Aún me puedo plantar en la cocina de mi güela y oler aquellas patatas a la importancia"

Oviedo

Que las cosas tienen más posibilidades de arreglarse poniendo de por medio una buena mesa es algo de lo que se muestra convencido Víctor Manuel. Tan seguro está de ello que afirma que “si en este país nos sentáramos ante un buen puchero los del norte con los del sur y con los del medio y los de al lao, las cosas nos irían mucho mejor”. Lo cuenta sonriente ante el micrófono, mientras recuerda los aromas de la cocina de la guela; aquellas patatas a a la importancia y aquella carne gobernada. Son los primeros recuerdos de su infancia en Mieres, antes de que el artista aterrizase en Madrid y se abriera al mundo y sus comidas. Aquel fue el principio de un amor por los fogones que aún perdura.

Con el paso de los años, Víctor ha ido cocinando para la familia y los amigos. Y además ha tenido el buen tino de ir anotándolo todo; no solo las recetas sino con quién ha compartido la mesa y con qué caldos se ha regado la comida “más que nada por no repetirme”, afirma. De ahí han nacido también las anécdotas que acompañan las recetas de este libro plagado de recuerdos y sabores.

Mientras tanto, espera con ilusión su próximo concierto e Oviedo, cinco años después de aquellos con los que celebró sus 50 años sobre los escenarios, acompañado por un montón de artistas amigos en plenas fiestas de San Mateo. La cita será el próximo 7 de febrero en el Teatro Campoamor, dentro de la gira Casi nada está en su sitio. Ayer lunes se pusieron a la venta las entradas y hoy martes apenas quedan ya.