Mantecadas de Astorga

León

Amparadas por una Indicación Geográfica Protegida, las mantecadas de Astorga son uno de los dulces más reconocidos de la provincia de León. Cuenta la tradición que la receta era preparada en Navidad por prestigiosos reposteros de la Maragatería para que las consumieran en el Seminario de Astorga siguiendo la receta que una monja de la localidad rescató en el siglo XIX y que data de la Edad Media.

La comercalización de las mantecadas se popularizó en 1850, coincidiendo con el momento en que se fundaron los primeros obradores tradicionales. La producción, hoy en día, sigue siendo como dicta la tradición: utilizando huevos, azúcar, harina y la inconfundible manteca de vaca. También como antaño se conserva su envase, una pequeña cajilla de papel que se elabora a mano y que dio origen al oficio de las 'cajilleras' que aún hoy en día se encargan de dar los pliegues definitivos al envase.

La mantecada destaca por su cubierta dorada y firme, coronada por granos de azúcar que deben ser fácilmente detectables al masticar. El interior es de masa blanda y esponjosa, con el característico color amarillo del huevo y el inconfundible sabor de la mantequilla pura de vaca.

Es uno de los dulces leoneses más conocidos fuera de las fronteras provinciales, gracias, en gran medida, a las vendedoras que en la parada de Astorga se subían al tren para agotar rápidamente toda la producción vendiéndola a los viajeros que circulaban entre Galicia y Madrid.