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Navidad

Hojaldres de guayabo, una tradición centenaria

Los famosos dulces de guayabo, especialidad de la localidad norteña de Los Realejos, cuya receta¨ha sido transmitida boca a boca en el seno de las familias a lo largo de varias generaciones

Hajaldre de Guayabo / Cadena SER

Tenerife

Aún en estos tiempos de prisas y Thermomix, los tinerfeños vuelven la vista atrás en época navideña para disfrutar de recetas tradicionales creadas en cocinas de conventos de la isla hace cientos de años. Es el caso de los famosos dulces de guayabo, especialidad de la localidad norteña de Los Realejos. De abuelos a nietos, de padres a hijos, la fórmula que hace las delicias de los golosos ha sido transmitida boca a boca en el seno de las familias a lo largo de varias generaciones.

Se trata de uno de los dulces estrella de las dulcerías de Los Realejos, que apuestan por mantener la esencia de aquellas recetas ancestrales, aunque eso no quita que se sirvan también de las técnicas más innovadoras para mejorar la calidad de sus productos.

El proceso artesanal comienza con una mimada selección de las materias primas que emplean, como la harina de trigo, agua, azúcar y la manteca de cerdo con la que se elaboran las delicadas y crujientes capas de hojaldre; y, por supuesto, el propio guayabo. La masa se elabora a mano en el mismo obrador, donde se lleva a cabo además un esmerado proceso de cocción.

Hojaldres de Guayabo

Esta dulce tradición se extiende por todo el municipio y encuentra a sus principales valedores en los descendientes de la familia del Montijo, en la Carrera, en las pastelerías de Paula y de la abuela Mercedes, así como en los dulceros y panaderos de La Cruz Santa y El Jardín.

También hay quienes los hacen en sus casas. Si descontamos el proceso de elaboración del hojaldre en sí, que reviste su complicación, la receta es sencilla. Se necesitan dos hojaldres, comprados o caseros, dulce de guayaba, un huevo y azúcar.

Se corta el hojaldre en cuadrados lo más iguales posible. Se rellena la mitad de ellos poniendo en el centro dulce de guayaba y se mojan los bordes con un poco de agua (esto se hace para que al poner la capa de arriba y apretar los bordes se peguen). Con la otra mitad de cuadrados de hojaldre se tapan los que los que ya están rellenos (como si fuera un sándwich) y se presiona un poco cada uno de los lados.

Después, con la ayuda de una brocha se quita el exceso de harina de la parte de arriba (si se ha empleado hojaldre casero). Se precalienta el horno a 200º, se pone un papel vegetal en la bandeja del horno y se colocan encima. Se bate el huevo y “pinta” cada uno de los pasteles. Luego al horno hasta que haya subido el hojaldre y tenga un color dorado, lo que lleva unos 20 minutos. Por fin, se sacan del horno y cuando se enfríen, se espolvorean con azúcar.

 
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