La Vega vuelve a casa por Navidad

Jerez de la Frontera

El centro de Jerez recupera uno de sus emblemas. Casi un año después de su cierre, La Vega está a punto de reabrir sus puertas. El otrora bar-cafetería volverá a ser uno de los motores del centro urbano erigiéndose también ahora en restaurante y terraza lounge.

Los trabajos dirigidos por el arquitecto Eric Perignat y por el interiorista Chirstian Harhoff han quedado espectaculares. Sin perder totalmente su identidad, La Vega ha dejado a un lado su decadente aspecto modernista y ha reforzado en su interior la decoración pop art. Aun así, se ha respetado y restaurado el mural de forja que hiciera en su día el padre de un churrero de la plaza.

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La nueva Vega tendrá también su puesto de churros. Para ello, los propietarios han contratado a Miguel Pizarro, hasta ahora propietario del bar El Andén. Los churros y las porras tienen espacio propio a la izquierda de la gran barra y serán responsabiliad de este experto que lleva siete años en el oficio. La clave, el aceite de orujo de oliva renovado para que el buñuelo no se haga pesado. La novedad es que despacharán también porras, todo ello salido de una maquinaria nueva y digital que velará por las correcta temperatura.

De la barra de la planta baja llama la atención sus grandes dimensiones, pero sobre todo el copero que tiene encima y que es una idea original de Harhoff. Allí se seguirán sirviendo desayunos y meriendas, pero también se ha apostado por una cocina a la altura del nuevo establecimiento.

El jefe de cocina es José Luis Prieto, que fuera propietario del gastrobar El Reino de León, y que después de un periplo en el Hotel Jerez regresa al centro "que es mi sitio". Junto a Emilio,su lugarteniente, apostará en la carta por platos sencillos no exentos de creatividad basados en productos de la zona. No faltarán la ensalada templada de pulpo, los saquitos de toro, la tortilla de corvina en amarillo, las mollejas a la plancha, el codillo y las setas, que tanta aceptación tuvieron en la última época del Reino de León.

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En la planta baja se ha perdido capacidad, pero se ha ganado en comodidad. El mobiliario sigue el estilo pop art y entre la sala y la barra habrá capacidad para 60 personas.

La entreplanta, donde hubo siempre sillas y mesas, ha quedado exclusivamente para vinoteca, también con un botellero diseñado por Harhoff. En el sótano, los aseos cuentan con lavabos unisex y zona de retretes para señoras y caballeros, todo muy moderno y cuidado.

Llama la atención la ilusión con la que los camareros de toda la vida, como Antonio Romero, con 44 años de trayectoria profesional a sus espaldas, o Manuel Peña, con diez, arriman el hombro para ponerlo todo a punto para la apertura. De todas formas, la inauguración oficial no tendrá lugar hasta el 25 de enero.

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La joya de la corona de La Vega pasa a ser la antigua terraza, convertida en una zona lounge presidida por una espectacular barra cuadrada de piedra ónix que se retroilumina. A lo largo del perímetro de la barra, un copero con plantas de latex que no pueden parecer más reales, y diferentes espacios para disfrutar de una copa con unas excelentes vistas a la plaza Esteve, al Gallo Azul, calle Larga, Santa María, Doña Blanca...

Los tres socios de La Vega, Sui Ping Zhang, Suli Liu y Luis Calvo, han tirado la casa por la ventana conscientes del potencial que tiene un local que entra de lleno en el siglo XXI para complementar una oferta en la manzana junto El Gallo Azul en cuanto terminen los trabajos de remodelación de otros de los símbolos del centro de Jerez.

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