Así hacen el mazapán las monjas de Santo Domingo el Antiguo

Toledo

Hoy visitamos el convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. Construído en el Siglo VI y reconstruido en el siglo XI después de la conquista de la ciudad por el rey Alfonso VI de León.

Tras el gran portón de madera, rodeada de arte sacro y de cajas de mazapán pastas y galletas variadas se encuentra Sor Sagrario, la encargada de la venta del mazapán.

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Nos cuenta que sólo quedan 10 hermanas en el convento.  Dos de ellas están enfermas y tres son ya mayores. Las cinco más jóvenes son todas de la India como Sor Jacinta, una hermana sonriente y muy activa que nos acerca a la madre superiora, Maria Pilar.

Este año están contentas en el convento, María Pilar nos comenta entre masa de almendras que afortunadamente se está vendiendo más que otros años. ¿Y qué tiene de especial este mazapán?. Que está hecho todo a mano de manera absolutamente artesanal y con mucho amor (nos asegura).

Las hermanas comenzaron a elaborar mazapán en el año 1995 porque no tenían trabajo y necesitaban el dinero  para poder mantenerse y mantener el gran patrimonio del convento. Pero antes tuvieron varios intentos, eso sí menos rentables. Como la elaboración de banderillas que vendían a tan bajo precio que ganaban menos de 2 euros diarios.

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Hacen mazapán todo el año, y otro tipo de galletas y mantecados aunque lo que más se vende es el mazapán y en esta época del año.

Estas monjas cistercienses se levantan a las cinco y media de la mañana, y ocupan el día en orar y trabajar. Hacen mazapán por las mañanas y por la tarde, pero procuran no elaborar más de los que se vende. También reciben ayuda de feligreses como Sagrario, que acaba de llegar para ayudar en la venta.

Con el buen sabor de uno de los mazapanes más deseados nos vamos y dejamos a Sor Sagrario atendiendo a uno de los muchos turistas que se acercan estos días por el convento.

AUDIO| Así se hace el mazapan de Santo Domingo el Antiguo