El universo Lynch desplegado en Gijón

Gijón

David Lynch, Small Strories, se muestra en la sala dos del Centro de Cultura Antiguo Instituto hasta el 26 de enero. Inaugurada en el marco del Festival Internacional de Cine de Gijón, se han organizado en torno a ell varias visitas comentadas con la idea de ayudar al espectador a adentrarse en el particular universo Lynquiano de la mano de Martín Cuesta asesor de programación. Aún resta laprogramada el 11 de enero. Para participar hay que inscribirse en la recepción de la sala o en museos@gijon.es.

En A vivir que son dos días Asturias ofrecíamos una visita acompañados por del crítico de cine y especialista en Lynch Quim Casas autor de los textos que acompañan a las 55 fotografías presentes en la muestra. Así como podemos verla en Gijón es la primera vez que se muestra en España, incluyendo alguna pieza más a las mostradas en 2014 en París.

Las referencias artísticas de Lynch se encuentran en la pintura, para él el cine significaba darle volúmen, movimiento y sonido a los cuadros, explicaba el crítico que habla del veterano director como de un artista renacentista en el amplio sentido de la palabra. Ya que sus fotos, sus películas, pinturas, dibujos,discos, teleseries, comics, collages, piblicidades, videoclips o esculturas efímeras responden a un sentido único, todo está relacionado y forma parte de una obra global, subraya.

Lynch empezó a fotografiar antes que a dirigir, explica, disciplina, la fotografía, en la que ha seguido trabajando durante toda su trayectoria e incluso en la actualidad, haciendo series fotográficas muy diversas. En Francia, apunta Quim Casas, es una de las figuras más reconocidas del panorama artístico también ligado a su faceta de fotógrafo, "es fichado para encargos publicitarios de grandes marcas como Dior, Gucci, Calvin Clain, Nissan o por ejemplo para productos como la Play Station II", todo ello con su sello particular y expone regularmente. En 2007, apunta, la fundación Cartier por el Arte Contemporáneo de París le organizó una macro exposición recogiendo toda su obra pictórica, fotográfica, diseños y decorados.

Por fin la academia del cine reconoció el valor de David Lynch el año pasado otorgándole el Oscar Honorífico recuerda el crítico, aunque podrían haberlo hecho mucho antes y asemeja el caso al de Hitchcock.

Hasta el 26 de enero hay tiempo para imbuirnos del espíritu lynquiano, recorrer estas 55 historias cortas, disconformes, de soledad, extrañeza, de seres, insectos y cabezas rompedoras.