El sector del aceite indignado por la caída de precios

Toledo

Los precios que se pagan en origen por el aceite de oliva han arrancado 2020 entre un 20 y un 30% más bajos que hace justo un año, reflejo de una tendencia a la baja que se prolonga desde mediados de 2017

Así se desprende de los datos recogidos este viernes 3 de enero por los observatorios de precios Poolred e  Infaoliva, que coinciden en la magnitud de la caída aunque apuntan a que ésta varía ligeramente en función de las categorías.

Ante la caída de los precios, Bruselas anunció medidas para remediarlo y autorizó activar la licitación de almacenamiento privado, un mecanismo a través del cual contribuye económicamente a la retirada temporal del mercado de una parte de la producción para que la oferta baje y los precios se recuperen.

Sin embargo,  las dos primeras licitaciones -quedan todavía dos más- no han tenido los resultados esperados por el sector, e incluso el Gobierno español expresó su decepción por la “falta de ambición” de la Comisión Europea al considerar que no ha estado de momento “a la altura de la gravedad de la situación”.

Martínez Arroyo dice que el almacenamiento es una medida necesaria

Mientras la Interprofesional del sector pedía el pasado mes de diciembre medidas contundentes al Gobierno en funciones, el consejero de agricultura, Francisco Martínez Arroyo apostaba por el almacenamiento privado como "medida necesaria, aunque no va a resolver el problema del sector del aceite".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ya en otoño se preveía una caída importante, ante el verano tan seco que ha sufrido la región, lo que afectó al olivo, a lo que se une la campaña récord del pasado año. Es lo que se llama vecería, que afecta especialmente al olivar.

Afirmaba el consejero que "hay una previsión de cosecha muy baja en Castilla-La Mancha  y Andalucía. Extremadamente reducida. Por debajo de 80.000 toneladas, bastante menos de la mitad del año pasado". Estos resultados junto al almacenamiento privado tienen que ser necesariamente buenos. Arroyo advierte que no hay suficientes instrumentos de mercado suficientes para responder a situaciones de crisis como la que vive el sector del aceite