... y Barcala se vino arriba

Alicante

Como decía aquel anuncio publicitario, el domingo, nuestro alcalde tuvo la increíble sensación de venirse arriba.

Se vio rodeado de colegas de partido; cada uno chafardeaba con sus aventurillas; se creció libre de las ataduras ciudadanas de la Alcaldía; le salió el alma partidista, se puso la camiseta de la gaviota, era la ocasión y si no ¿para qué se montan este tipo de convenciones?

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Cuenta lo que quieras, omite lo que no interesa, se trata de apretar las filas, fomentar la cohesión interna. Ese era el tono, un artículo de consumo interno -Barcala estuvo gracioso y locuaz- para conmilitones.

Pero, como siempre, el exceso provoca resaca. Y es que, tras el colegueo, tras las concesiones cuando nadie oye -sí, como decía Sanguino- un tanto tabernarias, siempre hay que volver a la rutina municipal.

Y entonces, el alcalde se da cuenta de que, mientras sus compañeros de partido les importa una higa quién generó la deuda que obligó al Gobierno a intervenir las cuentas municipales o si 'extrañas circunstancias' en el voto de la tránsfuga que permitió el cambio de color político, la oposición de izquierdas, ante esta interesada 'versión del director', iba a montar un escándalo.

Y para ello, se intenta eliminar el dichoso vídeo colgado en las redes. Segundo error. Ya ven, en el pecado llevan la penitencia.