Homenaje masónico en el puerto de Maó
Se honró la memoria del masón José Brisolara y Ravena (1810-1876), enterrado en el cementerio angloamericano
Mahón
Este sábado un grupo de una veintena de hermanos masones llegados de toda España liderados por el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del grado 33 y ultimo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) para España, Jesús Soriano, rindió homenaje a José Brisolara y Ravena en el puerto de Maó.
Brisolara nació en 1810 y se casó en Maó en 1827 con Joana Barceló Taltavull. Llegó a ser un pequeño terrateniente dedicado al cultivo de plantas medicinales. Falleció por una fiebres reumáticas en febrero de 1876. Pero cuando la familia se puso en contacto con las autoridades eclesiásticas de la Isla para su entierro estas le negaron un espacio en el camposanto por su condición de masón perteneciente al REAA. Solo se permitió su inhumacion en el cementerio angloamericano del puerto de Maó.
El caso llegó hasta el Congreso de los Diputados y el propio Práxedes Mateo Sagasta intervino para que se promulgara una Real Orden del Ministerio de Gobernación el 30 de abril de 1878 en que se declaraba ilegal y abusiva dicha inhumación por lo que se ordenaba que sus restos fueran trasladados al cementerio municipal. Algo que no llegó a suceder a nunca.
Los masones trasladados hasta el puerto, gracias a la inestimable colaboración de George Ferrara y de la Fundació de l'Illa del Rei, depositaron ante la tumba de Brisolara una pirámide que recuerda su pertenencia al REAA y una corona que dejaron el Soberano Gran Comendador, Jesús Soriano, y Francisco López en representación de los hermanos masones del REAA en Menorca.
Este acto se enmarcó en unas jornadas de trabajo desarrolladas a lo largo de todo el fin de semana en Menorca por parte de los hermanos integrantes del REAA para debatir sobre el futuro de la masonería ante los retos que plantea el siglo XXI.