De Aina Calvo sí podemos hablar
Calvo confía tanto en sí misma que comete el error mayúsculo de apoyar a Susana Díaz

"La línea roja" de Matías Vallés (20/02/20)
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Palma
Si hablas bien de un político balear, sabes que tendrás que arrepentirte y pedir perdón.
Si hablas mal de un político balear, sabes que te quedarás corto.
De ahí la sensación de alivio al saber que vamos a hablar de Aina Calvo, de la que podemos exponer sus aspectos discutibles sin dañar su valía superlativa.
Curiosamente, la Catalina Cirer a quien Calvo desplazó en la alcaldía de Palma no se preocupaba tanto por las dotes intelectuales de su rival como por su aspecto físico que envidiaba.
Calvo confía tanto en sí misma que comete el error mayúsculo de apoyar a Susana Díaz.
Ahora Calvo vuelve a Balears procedente del ministerio de Exteriores, y desde la misma toma de posesión se advierte que no es una delegada del Gobierno más.
Calvo siempre ha provocado una expectación por encima de la media.
Calvo está convencida de que no ha coronado la carrera que le correspondía, con la presidencia del Govern o un ministerio, por culpa de sus críticos.
No es cierto, le ha faltado determinación para asestar el zarpazo definitivo en el momento decisivo.
A Calvo solo podía frenarla su propia inteligencia, y así ha sido.




