Los sindicatos de la EMT de València piden diálogo a la dirección para evitar un ERTE

Valencia

El comité de empresa de la EMT de València se opone frontalmente al expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que, según denuncian, la dirección quiere aplicar a 366 de los casi 1.200 conductores que hay en la empresa. Según los sindicatos, que se oponen por completo a esta decisión, la empresa argumenta que este año perderán 9 millones de euros por la bajada en más del 90 por ciento de los usuarios.

Este ERTE se habría propuesto para los meses de abril y mayo según Gabriel de las Muelas, presidente del comité de empresa, que considera "inadmisible" la decisión de despedir temporalmente a parte de la plantilla. Los sindicatos proponen que, a cambio de mantener a los trabajadores, se reconsidere la compra de nuevos autobuses o se pida más financiación al Ayuntamiento de València. Insiste en que el ERTE no es la solución y pide a la dirección que se siente a negociar para buscar alternativas.

De las Muelas explica que no se entiende cómo la primera medida económica de una empresa pública ante esta crisis sanitaria sea reducir su plantilla de manera temporal e insiste en que no deben ser los trabajadores los que asuman las pérdidas previstas por la empresa.

Otra de sus propuestas es que los trabajadores, sobre todo maquinistas, pasen a trabajar en rotación y trabajen durante una semana entera y después estén 14 días de descanso. En Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, por ejemplo, se utiliza un sistema similar mediante el cual los trabajadores pasan a estar en reserva cuando dejan de trabajar por la reducción de servicios.

La empresa ni confirma ni desmiente

La dirección de la empresa, por su parte, reconoce que en estos últimos días se están produciendo muchas reuniones con los trabajadores para barajar posibles soluciones, pero aclara que todavía no hay ninguna decisión tomada. Recordemos que la EMT de València ha reducido sus frecuencias durante el estado de alarma en hasta un 45 por ciento y los autobuses de la ciudad han limitado sus plazas a un máximo de veinte por cada vehículo.

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Además del rechazo al ERTE, los trabajadores piden un aumento en las condiciones de seguridad y que la empresa les entregue más material de protección individual como guantes o geles desinfectantes.