"Nos quedamos a vivir en la residencia"

Bilbao

Hasta 47 empleados de la Fundación Residencia Calzada han decidido "voluntariamente" coger las maletas y dejar a sus familias para vivir en el geriátrico en el que trabajan. Hoy han comenzado este particular confinamiento de dos semanas. Otra docena permanece como retén en sus domicilios por si se produjera algún contagio. La plantilla la componen 92 personas.

En una carta explican que no hay ningún afectado por Covid 19 en el centro pero, ante el "pronóstico preocupante de que se avecina lo peor" y conscientes de que los propios profesionales, con sus entradas y salidas, pueden ser los que introduzcan el virus en la residencia, han decidido de manera voluntaria quedarse a vivir. "Entendemos que es la medida de prevención más exigente pero a su vez la más eficaz para minimizar el riesgo de contagio", detallan.

Es una decisión, añaden, no solo con los residentes sino con el sistema sanitario porque se rompe la cadena de contagios. "Sabemos que 15 días no van a eliminar todos los riesgos pero sí habremos contribuido a ganar tiempo al virus en el momento más crítico", explican en la misiva.

Una medida que, concluyen, "ha generado una corriente de agradecimiento en las familias", que llevan desde que se decretó el estado de alarma sin poder visitar a sus mayores.