Labeyrie se equivoca

Valencia

Ignorando el efecto que tendrían sus declaraciones en L'Equipe, Louis Labeyrie se ha metido en un jardín. Sin entrar en disquisiciones políticas con respecto a su opinión sobre el confinamiento -esa no es mi ventanilla-, el pivot internacional francés sí ha demostrado ser un desagradecido.

Valencia Basket se esfuerza en dotar a su plantilla del material deportivo necesario para evitar lesiones en el momento que regrese la competición y Labeyrie confiesa que ha estado parado dos meses, que fundamentalmente ha hecho yoga.

Eso por no hablar de la desafortunada declaración en la que revela que el salario al que ha tenido que renunciar para ayudar al club durante la crisis del coronavirus es equiparable al coste de unas cuantas cajas de vino. La mayoría de jugadores profesionales ya no vive en una burbuja de superficialidad y egoísmo. Pero, lamentablemente, sigue habiendo excepciones.