Corazón de melón

Jerez de la Frontera

Hasta hace dos meses y medio nada hacía presagiar que las más de 4.000 familias que viven de la flor cortada en Chipiona iban a enfrentarse a una crisis sin precedentes. Las alarmas comenzaron a saltar cuando el 13 de marzo mandaron de vuelta un camión desde Valencia, donde habían sido demandadas flores con motivo de las Fallas. El resto ya lo conocemos. Adiós a la Semana Santa, a las ferias, a las cruces de mayo, a los patios, primeras comuniones, bodas y eventos. En el sector de la floricultura, como en tantos otros, tuvieron que reaccionar sobre la marcha y la mitad de los agricultores decidieron sembrar los invernaderos de productor hortícolas, fundamentalmente sandías y melones. Un total de 130 hectáreas.

Ampliar

Cerrar

A juzgar por los buenos resultados (se está pagando 1 euros por cada kilo de estas frutas) ha sido la salida acertada para una producción  que puede salvar de la ruina a miles de familias en la costa noroeste y a la que seguirán en los próximos meses otros cultivos hortícolas, que también van a contar con el resto de floricultores reconvertidos a horticultores y que suman un total de 250 hectáreas.

La llamada a los ciudadanos para que consuman productos nacionales está dando resultado. Y tienen todo el mérito del mundo, porque además lo están consiguiendo a pulmón y sin ayuda de administración alguna, según nos aseguran. Un vídeo protagonizado por un floricultor, Miguel Lázaro Listán, hjo de Juan Cebolleta, se ha hecho viral en las redes y ha contribuído decisivamente a la difusión del mensaje.

Este jueves hemos podido hablar en Abocallena con Luis Manuel Rivera, "Lima", responsable de Flor Cortada de COAG Andalucía y delegado de COAG en Chipiona, que también se sumará a la diversificación de la producción sembrando en sus invernaderos pimientos y que destaca que están apostando por la agricultura ecológica.