A los jovenes les vuelven a robar sus expectativas laborales

Alicante

No es de extrañar que los jóvenes sientan frustración. Quien en 2008 terminaba la carrera universitaria en plena gran recesión con 22 o 23 años ahora tiene 34 o 35 años y ve como le vuelven a robar sus expectativas laborales. Ven como sus padres se han podido prejubilar y sienten que otras generaciones les van quitando su trozo del pastel.

Y si encima, temen, como consecuencia de la gestión de la crisis económica derivada de la pandemia, que se corra el riesgo de volver caer en el error de los recortes, lo que se traduciría en más empleos eventuales y desprotegidos, pues es normal que arrastren problemas de salud mental.

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Por el contrario, algunos expertos aseguran que si se sigue un camino opuesto y si esos empleos se protegieran se multiplicarían los efectos económicos y sociales. Además, los jóvenes formados tienen capacidad de resiliencia y de adaptación a los cambios que se pueden introducir, sobre todo el teletrabajo.

Y también, por otra parte, la Unión Europea apuesta por introducir cambios productivos para reducir la total dependencia de China, con lo que se supone que deben surgir nuevas oportunidades de negocio.

Las sombras son muchas, pero también hay luces.