El trato a Alejina desde que dio positivo: "Le dejaban la comida como a los perros y tardaban en cambiarla"
Alejina murió a los 89 años de coronavirus en la residencia Vitalia de Griñón, en Madrid, después de que se le negara el traslado a un hospital en reiteradas ocasiones a pesar de su gravedad
Ramona: "A mi madre le dejaban la comida como a los perros"
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Madrid
El caso de Alejina salió a luz este jueves, cuando El Periódico publicaba una de las conversaciones de su hija, Ramona, con la médico que llevaba su caso en la residencias de mayores donde vivía. La doctora explicaba que el protocolo de la Comunidad de Madrid impedía esos traslados de personas mayores a los hospitales, pese a la insistencia de Ramona.
Este viernes, la Cadena SER comparte un nuevo audio. En este caso es una conversación de Ramona con el director del centro en la que éste repetía que no podía derivar a nadie de la residencia mientras la hija de la interna recuerda el estado en el que se encuentra su madre desde hacía muchos días. Ramona ha dado más detalles de cómo fueron esos días en Hora 14 Madrid: "Tras cada informe que nos daba el médico, yo insitía en si se podía llevar al hospital de Parla. Nos decían que dependían del geriatra del hospital, que eran que tomaban las decisiones".
Ramona hablaba con su madre varias veces al día y recuerda que "sufría mucho": "Estaba en una habitación sola y la aislaron tras la sospecha de coronavirus. Me contaba las carencias que había: le dejaban la comida como a los perros porque no entraban en la habitación, tardaban en ir a cambiarla por falta de personal...".
También hablaba diariamente con su médico pero la asistencia de la residencia llegaba hasta donde llegaba: "Ellos hicieron todo lo posible, me imagino, a nosotros nos iban diciendo que acababa un tratamiento y empezaban otro. A veces me decían que había mejorado un poco pero tú no lo notabas al hablar con ella. Se le soltaba el oxígeno y no había nadie que le ayudara", rememora.
Después de muchos días de sufrimiento y la negativa desde la residencia a derivarla a un hospital, la familia movió "cielo y tierra" y finalmente consiguió su traslado, pero ya era demasiado tarde: "Nos dijeron que estaba muy malita y que ya no se podía hacer nada", recuerda Ramona.
La familia de Alejina está ultimando la denuncia que va a presentar. Ramona piensa que tanto la residencia como la Comunidad de Madrid son responsables de lo sucedido: "La residencia, para ser privada como es, debía tener más medios y la Comunidad de Madrid, con esa circular que mandó..."