Capturando la esencia del mar
Dos jóvenes cántabros nos cuentan cómo han conseguido hacer llegar pescado del Cantábrico a quienes no pueden comprar pescado fresco
Entrevista Artesanos Alalunga (26/06/20)
13:07
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Santander
Álvaro y Pablo Huidobro son dos hermanos santanderinos con formación en el mundo empresarial y en economía y de hecho, a ello se dedicaban en el terreno profesional. Pero en sus anhelos fantaseaban imaginando cual podía ser un negocio innovador que les permitiera regresar a la tierruca.
Y es que entendían que Cantabria es sin duda, un lugar magnifico para vivir la infancia y aquí querían que crecieran las familias que habían creado y que pudieran tener unas vidas similares a las suyas.
Y así, soñando, pensando y dando muchas vueltas, dejaron sus trabajos para fabricar conservas de pescado. Pero enlazar la más pura tradición conservera, aferrada al norte de la península con las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías culinarias y así desarrollar los productos más exquisitos con todo el sabor del mar.
Pescados que nunca antes se habían metido en una lata o guisos marineros de gran tradición que sólo se pueden disfrutar en sus lugares de origen, ofertados como bajo el nombre de Alalunga. De hecho, pueden presumir de ser los primeros en enlatar cocochas de merluza en aceite de oliva.
Y como han llegado hasta aquí, pues después de muchos meses de investigación, buscando la perfección y con el producto como pilar fundamental, producto de anzuelo y de barcos de bajura del Cantábrico. Únicamente elaboran conservas con ejemplares adquiridos en lonjas del Norte, procedentes de la pesca sostenible y elaborados en fresco. Anzuelo para el Bonito y para la Merluza, nasa y trasmallo para la Sepia.
También trabajan la estrella del verano, el Bonito del Norte, junto a la Sepia o Cachón, por supuesto, de primavera y en otoño e invierno la Merluza toma un protagonismo especial.
Y así, de una manera artesanal elaboran cada lata como una pieza única. Y para lograr que el producto preserve todas las propiedades organolépticas del pescado, ajustando tiempos y temperaturas para que todo su sabor y esencia permanezcan intactos a la hora de la degustación.
Además, estos emprendedores le dan una gran importancia a la trazabilidad, ya que, es clave que el consumidor conozca todos los datos posibles de aquello que se lleva a la boca. Por eso, todas las latas van numeradas y llevan adjunta una información adicional con datos sobre el origen e historia del pescado. Lo que podría denominarse el Currículum Vitae del pez.
Además, han apostado por un proceso de producción en el que se cuide el aspecto al máximo, por ello han dotado a su taller de un moderno sistema de ozonización para purificar el aire en la zona de trabajo y el agua corriente, así como un descalcificador para eliminar por completo la carga bacteriana que pueda contaminar el pescado.
Además, sus productos están libres de gluten y han sido esterilizados mediante tratamiento térmico.
Los hermanos Huidobro siguen dándole a la cabeza, siguen dedicándole todas las horas que pueden a su proyecto Alalunga, como ellos dicen solo son cuatro manos los que hacen posible todo el proceso, pero eso no les frena, quieren crecer, quieren importar y quieren seguir llevando el sabor más fresco de la mar a quienes no tienen la fortuna como ellos, de poder olerlo cuando lo desean.