Hoy no hablaremos de nada

Palma

Hoy no vamos a hablar de nada.

No quiero contribuir a la sobrecarga de información, esa sensación que nos embarga cada mañana cuando pensamos que no podremos asimilar todas las noticias que el día nos ofrece.

El problema no son las informaciones falsas, sino las informaciones demasiadas, aunque se les dedique menor atención.

Se habla a menudo de la desintoxicación digital, de independizarse genéricamente de las redes sociales, pero ese digital detox es un unicornio que nadie ha visto.

Borges decía que el periodismo surgía de la superstición de que cada día ocurren los acontecimientos suficientes para llenar un periódico o una radio.

Pobre Borges, si viera que la exigencia actual es que cada hora suceden las cosas suficientes para justificar un diario escrito o hablado.

Por todo eso, hoy nos mantenemos en que no hay nada nuevo.

Los políticos pueden prescindir por un día de nosotros.

El mundo que nos rodea es apasionante, y las informaciones también.

No se trata de informarnos menos, sino de que nos afecte menos.

Y sin nada especial, ha sido igual de interesante disfrutar de este minuto junto a ustedes.