Los factores del descenso a Segunda División

Jugadores abrazandose tras el descenso a Segunda. / RCD Mallorca

PALMA
Un año le duró a los mallorquinistas el sueño de Primera, conquistado con mucho sacrificio y tras dos ascensos consecutivos de la mano del técnico Vicente Moreno.
Muchos factores, tanto en el terreno de juego como en los despachos, han influido en el regreso al pozo de los bermellones.
Con el presupuesto más bajo de la categoría (33,5 millones de euros), el club apostó por el mismo bloque de jugadores que hace dos años jugaba en Segunda B, reforzado con futbolistas con muy poca experiencia en el fútbol español, y a la vista están los resultados.
Ni las cesiones del japonés Take Kubo y del colombiano "Cucho" Hernández por parte del Real Madrid y el Watford inglés, respectivamente, fueron suficientes para impedir la caída al abismo.
Los números del equipo lo dicen todo. Fue el equipo más goleado del campeonato (61) y el que menos puntos sumó (5) como visitante.
Los partidos a domicilio fueron una tortura para el Mallorca en Primera. Los perdió todos, con excepción del triunfo en Eibar y los empates ante el Betis y el Celta.
Es cierto que mejoró su nivel en Son Moix con victorias ante equipos tan potentes como el Real Madrid, Valencia, Villarreal y Levante, entre otros, pero no fue suficiente para impedir un descenso que ya había comenzado a fraguarse antes de la interrupción del campeonato por la pandemia del coronavirus.
El club nunca cuestionó la labor de Moreno, avalado por los dos ascensos consecutivos, pero en cambio los dueños estadounidenses de la entidad decidieron el pasado mes de febrero destituir al consejero delegado Maheta Malongo. Es decir, el mensaje fue que los males del equipo estaban en la planta noble y no en el terreno de juego.
El máximo accionista Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns de la NBA; decidió entonces contratar a Pablo Ortells, ex directivo del Villarreal, como nuevo director deportivo.
Pese a su efímero tránsito por la Primera División, el conjunto balear hizo historia con dos hechos puntuales: el internacional Sub-15 argentino nacido en Durango (Mèxico) Luka Romero batió el récord de precocidad en el fútbol español al debutar con 15 años y 219 días ante el Madrid en el estadio Alfredo Di Stéfano, y también estableció un nuevo registro de penaltis en contra en la máxima categoría, con un total de 16.
Moreno, cuya marcha se conoció en la semana en la que el equipo se jugaba la vida, no seguirá en el banquillo y ya se barajan varios nombres para sustituirlo en la nueva e incierta etapa que inicia un club centenario como el Mallorca.




