Las 'party boats' siguen celebrándose en Balears a pesar de su prohibición

Palma

La SER ha podido acceder a un vídeo en el que se ve tres catamaranes que realizan excursiones por la zona de la bahía de Palma con al menos una treintena de personas y música que se puede escuchar perfectamente desde los acantilados.

Dentro se puede ver al menos una treintena de personas, apelotonados sin guardar por supuesto distancia de seguridad y sin mascarillas.

Además, según ha podido saber esta cadena, en el día de ayer hubo denuncia de dos 'party boats', una por la mañana en el Coll Baix (Alcúdia) con un gran número de personas y otra por la tarde en Malgrats (Calvià). 

Desde ayer está prohibido en Balears la realización de fiestas en embarcaciones marítimas o 'party boats'.

Según publica el BOIB "Se suspende la actividad de los establecimientos que ejerzan las actividades propias de sala de fiesta, salón de baile, discoteca, café concierto y bar de copas. Se suspende, asimismo, la realización de actividades asimilables a las descritas en cualquier otro tipo de establecimiento, incluidas las fiestas en piscinas o instalaciones exteriores de establecimientos hoteleros, así como en embarcaciones marítimas ('party boats' o asimilables)".

Desde el Govern insisten en la necesidad de denunciar para que pueda actuar la Guardia Civil que es quien tiene competencias en el mar.

Marga Frontera encabeza el grupo técnico que asesora al Govern en el desconfinamiento y recuerda que las party boats ya están prohibidas desde julio y ahora se ha reforzado introduciendo como novedad las restricciones en la venta de alcohol para que quede más claro la medida.

Mientras volvemos a remitirnos a lo vivido en la bahía de Palma, frente a son Verí Nou, dos de la embarcaciones eran de Magic Catamarans, su responsable es Manolo Roig quien asegura que ellos se dedican a hacer excursiones marítimas con una comida a bordo y en la que pueden viajar familias con niños.

También echa balones fuera, Ignacio Bestard de Barca Samba asegurando que ellos no hacen fiestas desde que se inició la temporada y que pone música de fondo, ambiental, aunque en la realidad, se puede escuchar perfectamente desde los acantilados y se trata de algo que no está permitido. Bestard asegura que ellos se dedican a ser un barco golondrina de viajeros con comida y baño y desde ayer ya no ofrecen alcohol, algo que para ellos es una discriminación.

Asegura que cumplen con las medidas de seguridad aunque se ve a los turistas sin mascarilla y que tendrán que seguir reinventándose para cumplir la normativa y no tener que cerrar. Además han contratado personal de seguridad.