Fallece Julián Sardina, un icono empresarial de la Ribera del Duero

Aranda de Duero

El empresario Julián Sardina, propietario y Director General del grupo agroalimentario Cecoga, ha fallecido en la mañana de este domingo. Un problema cardíaco que no ha podido superar como ya hizo otras veces, lo ha arrebatado de su familia a los 75 años de edad. La Ribera del Duero pierde a un símbolo de su tejido empresarial y una verdadera referencia en Castilla y León en su sector.

No ha sido preciso que falleciera Julián Sardina para poner en valor lo que ha representado y representa su figura en la Ribera del Duero. Ya en vida ha sido una de las personas más reconocidas de nuestro territorio, por sus actitudes y aptitudes. Un hombre forjado a sí mismo, una verdadera fuerza de la naturaleza que de la nada construyó uno de los grupos empresariales agroalimentarios más notables de Castilla y León. Siempre adelantado a su tiempo, su talento no tardó en aflorar para impulsar iniciativas siempre muy vinculadas al mundo de la ganadería y la agricultura, sus verdaderas pasiones. En los últimos años, algo más apartado de la empresa pero siempre trabajando al lado de sus hijos María, Pedro y Laura que han sabido recoger un legado, no solo empresarial, sino de valores a desarrollar dentro del negocio familiar, disfrutaba más que nunca de su huerto y de sus viñedos.

Ampliar

Julián Sardina no solo ha sido un enamorado de la Ribera del Duero. Ha sido una de las personas que más ha hecho por este territorio, a través del Grupo Cecoga pero también impulsando el mundo del vino al que llegó a través de su suegra Vicenta de las Heras en 1985 paseando en La Horra por una zona de viñedo familiar. Fue el embrión para que naciera Vinos Tudanca, una herencia de varias generaciones de viticultores que, des entonces, también empezó a formar parte de Cecoga que se volcó en la formación dentro de este sector y en dotar a los viticultores de los mejores recursos.

Nos ha dejado además un hombre con una enorme sensibilidad por ayudar a crecer la Ribera del Duero. Siempre dispuesto a apoyar desde el tejido asociativo las estructuras necesarias para que este territorio fuera una de las Comarcas más importantes de España y de la que siempre se sintió muy orgulloso. Vinculado a colectivos como Adri Ribera del Duero o Asemar, fue uno de los impulsores de la Feria de la Ribera, de los concursos morfológicos de la oveja (sector del que él procedía) o del concurso bianual de elaboración tradicional del vino.

Ampliar

Julián Sardina, un hombre de campo y para el campo, un firme y contundente defensor del agricultor y ganadero, un icono empresarial de la Ribera del Duero. Deja un enorme vacío pero también un gran legado en esta tierra, imborrable. Su llama no se extinguirá porque su proyecto de presente y de futuro queda en buenas manos, en las de sus hijos María, Pedro y Laura, muy volcados también con la empresa y siempre al abrigo de Mari Carmen Tudanca, mujer de Julián y otra institución empresarial en la Ribera del Duero.

El funeral se celebrará este lunes a las 17 horas en la parroquia de Santa María.