No sin mi coche

Bilbao

Hoy en Bilbao la pregunta es si estás a favor del 30 km/h o en contra. Hay que elegir uno de los dos bandos. Y a mí me convencen argumentos de los dos: quiero ciudades más humanas, recuperarlas para el peatón, reducir la peligrosidad de los coches, la polución y el ruido. Pero los trayectos se alargarán, la conducción será más estresante y la medida no viene acompañada de mejoras en el transporte público.

De este debate y las 7.000 firmas en contra recogidas hasta hoy, saco dos conclusiones. Nuestra resistencia al cambio, la primera. No se podía prohibir fumar en los bares, nadie lo iba a cumplir; ¿peatonalizar el centro? mataríamos el comercio local; el tranvía en Vitoria iba a ser un caos. 9 años paralizado.

Ahora, con la ampliación, han resurgido las protestas. "No estamos en contra del tranvía, sino de este proyecto", dicen. El típico NIMBY, No en mi jardín. La segunda conclusión. Decimos sí al transporte sostenible, pero no me toquen el aparcamiento. A la energía limpia, pero los molinos me estropean el monte.

Y protestamos por el cambio climático, pero sin renunciar al coche, porque, como todo el mundo sabe, la culpa es de los pedos de las vacas.