A los políticos

Las Palmas de Gran Canaria

Mis queridos políticos,

Por favor, paren. Necesitamos que se calmen. Respiren hondo, hagan yoga o tómense una tilita pero es necesario que bajen ese nivel de crispación que, sin duda, está creciendo igual de rápido que una enfermedad contagiosa. Y más en esta pandemia donde los ciudadanos necesitamos líderes que nos den tranquilidad y no incendiarios que lo único que buscan es la confrontación sin sentido, la lucha por ganar notoriedad y votos en unas futuras elecciones.

Les pido que miren lo que han hecho en estos últimos meses porque pedirles que reflexionen sobre su actuación de la última década sería demasiado autocrítica. Porque esta crispación no es nueva, esta nueva forma de hacer política se les ha metido tan adentro, en su ADN de diputados, consejeros o concejales; que me imagino que ya no saben cómo hacer su trabajo sin destruir al contrario. La mayoría, afortunadamente no todos, parece que ha olvidado que se puede hacer política construyendo, simplemente buscando el bien común y no el de su partido.

Por favor, únanse aunque sea hasta superar esta crisis sanitaria, que ya se ha llevado a muchísima gente, y esta crisis económica, que si no hacen su trabajo se llevará a muchos más por delante. Es vergonzoso que hagan campaña con la que está cayendo, que digan que es necesario un "alto al fuego", cuando jamás deberían haber cargado las armas políticas en pandemia. Piensen en que sus votantes son algo más que los que ponen una papeleta cada 4 años, deberían ser su prioridad y no su público al que dirigirse con su eslogan de turno. No queremos palabras vacías, titulares de twitter, ni insultos a sus contrarios. Queremos propuestas, soluciones y, sobre todo, responsabilidad.

Por favor, cambien. Recuerdo que el año pasado nos avergonzaban y enfadaban por obligarnos a ir una y otra vez a las elecciones porque no se ponían de acuerdo. Ahora ese sentimiento se ha convertido en hastío e, incluso, asco. En especial, algunas actitudes irresponsables de esos portavoces que son más peligrosos que un virus mortal.

Mis queridos políticos, les pedimos que sean la mejor versión de ustedes mismos. En teoría esta pandemia nos iba a hacer mejores personas pero, por ahora, a ustedes no les ha cambiado ni un ápice. Los buenos políticos siguen ensombrecidos por una mayoría de dirigentes que sólo sabe hacer ruido y daño. Espero que cuando salgamos de ésta, la pandemia nos haga al menos mejores votantes, que nos sirva de vacuna para que la próxima vez elijamos a personas responsables y no a los políticos que enferman a nuestro país.

Atentamente, uno de sus votantes decepcionados, David Perdomo.