La cultura lo está pasando mal: las administraciones deben tirar del carro

Alicante

Que los trabajadores de la cultura lo están pasando mal es sabido por todos. La pandemia ha sido la tormenta perfecta para ellos y la solución es compleja. Pero para empezar a mover este panorama, es necesario que las administraciones tiren del carro. Que demuestren su compromiso. Que organicen eventos y que ayuden a la iniciativa privada para ello.

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Y todo ello por muchos motivos: porque la cultura es necesaria, porque es rentable (también económicamente), porque la mejor manera de ayudar a estos trabajadores es facilitarles las condiciones para que puedan actuar y porque si se cumplen los protocolos es segura.

Por ello, hay que congratularse de la extensión de los conciertos de las denominadas Noches Mediterráneas. Que el Teatro Principal (empresa mixta) haya decidido volver a programar, pese a las muchas dificultades por la cantidad ingente de problemas que tienen las grandes compañías para tener giras coherentes. O el esfuerzo realizado por el Teatre Arniches y su directora Alicia Garijo, que hasta finales de año ha organizado medio centenar de representaciones de todo tipo y para todos los públicos y que siguen empeñados en hacer pedagogía desde el teatro.

Sé que el problema dista mucho de estar resuelto, pero para seguir empujando creo que hay que destacar el esfuerzo.