"La entrada de la SEPI evitaría deslocalizaciones", dice Rosa Aza

Duro Felguera, a la espera de un rescate público. La entrada del Ministerio de Industria, a través de la SEPI, en el accionariado resulta clave para garantizar la viabilidad del grupo dedicado a la fabricación de bienes de equipo. La presidenta Rosa Aza achaca la situación a la falta de confianza de los mercados. "Eso dificulta poder contratar. Qué mejor socio industrial que el Estado", señaló al término de una visita al Tallerón de Gijón.

Aza entiende que esta operación aporta mayor seguridad que vender la compañía, considerada estratégica por las administraciones autonómica y local. Las conversaciones para que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales inyecte 100 millones siguen su curso. 70 corresponderían a un préstamo participativo. 

El plan de viabilidad prevé que en 2023, con la empresa ya encarrilada, se iría a una nueva ampliación de capital con entrada de inversores privados. La SEPI vendería a partir de entonces su parte. La hoja de ruta de las administraciones se centra además en reforzar la cartera de proyectos, reorientar sus líneas de acción estratégica a sectores con mayor futuro y el mantenimiento del empleo en sus centros de producción. 

Duro Felguera prevé duplicar en tres años su plantilla, formada actualmente por cerca de 4.000 trabajadores directos e indirectos. "Además de ser una empresa centenaria, tiene una solvencia tecnológica y técnica", declaró la alcaldesa de Gijón. Ana González entiende que la compañía es un activo y no debería desaparecer.