La 'nueva' vida de Pesquera de Duero tras el confinamiento

Pesquera de Duero

Hace un mes Pesquera estaba en 'rojo'. El mapa del portal de datos de la Junta de Castilla y León otorgaba un alto número de casos activos en la zona básica de salud de Peñafiel por los contagios que se estaban produciendo en la mencionada localidad, lo que derivó a la Junta a pedir el confinamiento perimetral del municipio, que inicialmente fue rechazado por un juez, y una semana después ratificado. Así, comenzaron 14 días de confinamiento -que en verdad fueron 21- en la localidad.

Pero, ¿cómo está Pesquera días después de haber acabado su confinamiento? Este viernes lo hemos repasado poniéndonos en contacto con José Luis Martínez, su alcalde. "Ha vuelto la normalidad a medias, la gente está un poco retraída y tiene mucho miedo. La gente está concienciada de que esto va para largo y de que tenemos que seguir los protocolos que nos han dictado", cuenta.

Quienes más han sufrido económicamente el confinamiento son los bares, restaurantes y casas rurales de la zona, que ahora vislumbran un puente de octubre difícil. "Nada ha tenido que ver este confinamiento con el otro, al menos la gente se podía mover por el pueblo aunque fuera poco. Este puente era bueno porque coincide con vendimia y aquí tenemos 27 bodegas y venía mucha gente, y entre lo que dicen de Madrid y lo que tenemos aquí, va a ser un puente un poco triste", admite Martínez.

El primer edil anima la gente a acudir a un municipio seguro, y cree que podrá recibir algún estímulo económico de alguna administración para evitar que este nuevo confinamiento haga mucha mella. "Tenemos un pueblo muy seguro, la gente no tiene por qué ser reacia, ahora mismo no hay ningún peligro porque no hay ningún contagiado. Para salir de esto con apoyo, más que de la Junta espero más de Diputación, sobre todo a las empresas que se han visto afectadas. En cuanto al miedo, no entiendo por qué hay que tenerlo. Las bodegas y locales siguen respetando protocolos. Y se volverá a la nueva normalidad, que de normal no tiene nada. Porque esto era un reguero de gente pasando en verano y este verano no ha sido así", especifica Martínez.

Y es que el virus no entiende de raza ni edad, pero ante todo, no se debe despreciar a quien esté contagiado. Puede sucederle a cualquiera, y sin quererlo. "La gente que se ha contagiado no tiene culpa de nada. Hay gente que se lo han llevado a casa. No tenemos por qué mirar mal a nadie, esto es algo de suerte también, hemos estado unos con otros y unos lo han cogido y otros no, esto es así", sentencia.

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