La pandemia ha condicionado la rehabilitación de las personas con daño cerebral adquirido

Vitoria

La pandemia también ha pasado factura a las personas con daño cerebral adquirido (DCA). Por una parte, el confinamiento ha provocado la interrupción de la rehabilitación física y psíquica tan fundamental en quienes están en esta situación y un frenazo así con lo que cuesta realizar cada avance, resulta devastador.

Uno de esos casos es el de Mertxe Serrano; su marido Mikel sufrió un derrame cerebral hace dos años y medio. Ha conseguido recuperar la movilidad de su lado derecho que quedó totalmente paralizado. Su lucha se centra ahora en paliar sus secuelas en el plano cognitivo y emocional. No haber podido acudir a las rutinas con los expertos en su rehabilitación ha sido negativo para su evolución.

A pesar de todo Mertxe es positiva. Habla de respirar y tirar para adelante, acompañada por la gente de la asociación de daño cerebral adquirido ATECE, que ella define como "la gallina clueca que acoge a sus polluelos, los pone bajo sus alas y les guía hasta la luz que hay al final del túnel".

Por otro lado, desde ATECE reconocen que en este tiempo de esfuerzo sanitario focalizado en la pandemia se han dado casos de ictus -principal causa actual del DCA- que quizá no se han atendido con la premura que requieren y que resulta fundamental para paliar las consecuencias negativas.

Jornada online

El lunes 26 es el Día del Daño Cerebral Adquirido y la asociación alavesa organiza una jornada online (que puede seguirse desde una pantalla instalada en el centro cívico Ibaiondo) en la que se van a suceder diferentes presentaciones. Entre ellas la de la psicóloga Aurora Lassaletta, autora de un libro sobre DCA; lo escribe desde su experiencia como persona con daño cerebral y hace hincapié en la presencia de secuelas invisibles que condicionan mucho la vida de quienes están en esa situación y de su entorno.

Escucha aquí con detalle la entrevista con Sandra Ibarrondo, de ATECE, Mertxe Serrano y Aurora Lassaletta.