La última semana deja 46 personas fallecidas por Covid en Euskadi, una más que la anterior

Bilbao

Ocho días hacen este miércoles desde que el Gobierno vasco aprobó las medidas que aplicaban nuevas restricciones en Euskadi al abrigo del estado de alarma. El Ejecutivo autonómico decretó, entre otras cosas, el confinamiento perimetral de todos y cada uno de los pueblos del País Vasco. Entonces, los pueblos en alerta roja eran menos de 20 y el máximo de positivos eran 1.212 casos del sábado 24 de octubre.

Ocho días después, Euskadi ha superado esos 1.212 contagios en cinco días de las ocho jornadas con el estado de alarma en vigor. Se han rebasado las barreras de los 1.300, los 1.400 y hasta los 1.500 positivos en 24 horas. Las UCI de los hospitales vascos albergan a más de cien pacientes —107 este miércoles— y el mapa de municipios en rojo tiene ya a 56 localidades en alerta roja por la transmisión del virus.

La situación es mala. "Es grave", manifestaba el pasado domingo el Ejecutivo de Lakua. Siguen pasando los días y la situación no remite. En las últimas 24 horas, el Departamento de Salud ha notificado 1.425 positivos, el segundo peor dato de contagios desde que en marzo se empezasen a contar las infecciones diariamente.

Los miércoles el Gobierno vasco actualiza los fallecidos con COVID-19 en la última semana. En la semana del 26 de octubre al 1 de noviembre han fallecido 46 personas, sólo una más que las 45 de la pasada semana. El dato podría ser esperanzador si esos decesos se correspondiesen con las altísimas cifras de contagios de ese mismo rango de días.

Sin embargo, a estas alturas es bastante claro que el periodo de incubación y la consiguiente complicación del cuadro que puede causar en un paciente la COVID-19 tarda 10, 14 y hasta 21 días. Por lo tanto, las esperanzas que pueden generar este dato hay que interpretarlas, como mínimo, con cautela. Es más que previsible que en las dos próximas semanas sigan subiendo las cifras de fallecidos.

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Motivos para la esperanza

Hay otros datos de los notificados hoy que sí que pueden dar motivos para empezar que se empieza a tocar un techo de casos: las altas hospitalarias. Cada vez son más y, sobre todo, superan las cifras de ingresos. Eso puede ser una buena señal, porque podría suponer una descongestión de unos hospitales que no están colapsados, pero sí tensados.

Podrían serlo siempre y cuando las UCI empiecen a replicar estos datos. Y, de momento, no es así. De hecho, en los hospitales vascos no había tantos pacientes en cuidados intensivos desde el 26 de abril. En Gipuzkoa la situación ha llegado a un punto en el han tenido que trasladar a pacientes de unas UCI a hospitales de otros territorios y habilitar una segunda UCI en el Hospital Donostia.

La única buena señal clara es el R0, el índice reproductivo básico del virus. Esa tasa mide a cuántas personas están contangiando los positivos antes de entrar a cuarentena. Sigue siendo superior a uno, lo que implica que los contagios todavía van a seguir al alza, pero está descendiendo poco a poco durante estos últimos días. Este miércoles ha subido, pero sólo una décima, hasta el 1,09.

Por territorios, los 1.425 casos de las últimas 24 horas se distribuyen de la siguiente manera: 630 en Gipuzkoa, 623 en Bizkaia, 163 en Álava y nueve contagios se dieron entre personas residentes fuera de la comunidad autónoma. En el ámbito municipal, entran este miércoles en alerta roja Barakaldo, Getxo, Orio y Zalla. El total de pueblos en rojo es de 56.