Ciudad Real, una tierra de sabores
Hacemos un viaje por toda la provincia de Ciudad Real para conocer su gastronomía. casi 20.000 kilómetros cuadrados con un rico, sabroso y cercano patrimonio en el que se mezcla tradición e innovación
Recorremos la provincia para conocer el rico patrimonio gastronómico
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Ciudad Real
¿A qué sabe Ciudad Real? A lo largo de varias semanas hemos intentado resolver esta pregunta. Les hemos acercado una amalgama gastronómica, seña de identidad de nuestra provincia, en una serie especial: Sabores del Quijote.
Hoy les proponemos volver a hacer este sabroso recorrido culinario a través de los viñedos, olivares, campos, dehesas repartidos por los cerca de 20.000 kilómetros cuadrados que conforman nuestra provincia.
Caza mayor
Con olor a romero, entre qujigos, alcornoques y encinas donde durante la berrea resuenan los bramidos de los ciervos, nuestra primera parada nos lleva al oeste, a las Puertas del Parque Nacional de Cabañeros: Piedrabuena, donde paramos para degustar la carne de caza mayor.
Esta localidad se encuentra ubicada en un sitio estratégico para el consumo de este tipo de carne, al estar rodeada de monte y numerosas fincas cinegéticas y eso se deja notar en su gastronomía como nos contó el alcalde, José Luís cabezas.
Platos de carne de caza que pueden degustarse en establecimientos de la localidad y por ejemplo nos llegaban las propuestas gastronómicas de Jesús Sánchez, jefe de cocina y copropietario de Cuatro Caminos y Willy Sánchez, cocinero de Los Pucheros
Una carne considerada como una joya gastronómica por su sabor, calidad y seguridad alimentaria.
Caza menor
Seguimos con este tipo de carne, considerada "bio" por su origen y hablamos de caza menor. Nos vamos ahora hasta el sur de la provincia, Donde la llanura comienza a ondularse con suaves colinas que anteceden a al abrupto paso de Despeñaperros. Tierra de linces y perdices...
En Santa Cruz de Mudela, el Sabor del Quijote característico es el de la caza menor pero, sobre todo, el de la perdiz roja. Una Perdiz que en la fabrica de la Abuela Cándida saben aprovecharlo bien. Una empresa que nace allá por el 1922, cuando, precisamente, la abuela Cándida se lanza al reto de elaborar conservas tradicionales y platos artesanos con el saber hacer de la mejor cocina manchega.
Una perdiz roja que se puede cocinar de muchas maneras. Una de ellas puede ser en un potaje tradicional o, incluso, podemos triturar esta perdiz con unas judías y hacer unas croquetas algo mas vanguardistas. También, a esta perdiz roja se le puede sacar unas pechugas y hacerlo vuelta y vuelta con una salsita con mucho sabor. Pero, sin duda, su plato mas típico es el de la perdiz en escabeche. Un plato que, como nos relató la alcaldesa de la localidad Gema García, es la insignia de Santa Cruz de Mudela.
Queso Manchego
Uno de nuestros embajadores más internacionales es el queso: producto que nuestra región se eleva de categoría, y es un auténtico patrimonio gastronómico... un buen ejemplo de lo que significa el queso en Castilla la Mancha lo encontramos en Calzada de Calatrava: la localidad de unos 4.000 habitantes que tiene 3 queserías artesanas,
Quizá uno de sus secretos sea la sencillez: en resumen es leche, cuajo y tiempo. Pero hacerlo bien no es fácil. todo comienza en el campo, donde las ovejas recorren kilómetros y kilómetros buscando los pastos de los que alimentarse.
Durante el ordeño se enfría la leche a una temperatura de 4 grados para mantener las cualidades, una vez finalizado comienza la elaboración por lo que hay que calentar la leche hasta los 30 grados y añadir el cuajo. El queso empieza a conformarse .El fresco ya estaría, para el semi curado tendrían que pasar entre 60 y 90 días más y a partir de 120 para el curado.
Con poco, si te gusta, el queso colma felicidades; con tan solo un poco de pan y unas cuñas o taquitos ya se disfruta pero hay muchas opciones,
Guarrillo de Almadén
También los sabores del quijote nos llevaron a una de las comarcas más meridionales de la provincia; una zona feral, rodeada de vegetación, llena de encanto, de caminos angostos y leyendas de minas.
Hace un par de semanas nos chupamos los dedos en Almadén con el guarrillo. La alcaldesa Mari Carmen Montes destacaba la importancia del animal y del producto en la gastronomía, economía y cultura locales.
El animal que nos seduce hasta por sus andares prácticamente exige que lo catemos. Y aquí nos poníamos en manos de Miguel Murez, que regenta el Restaurante el Cordobés, y que nos enseñaba cómo hacer para que nos quede perfecto el plato estrella de la zona: el guarrillo frito
Y sin embargo, no solo de guarrillo frito vive Almadén. Con el animal más versátil de nuestra gastronomía se pueden hacer maravillas y milagros, comiendo desde las manitas hasta sus partes más guardadas.
Platos tradicionales de La Mancha
Si hablamos del Quijote, hablamos de Campo de Criptana, donde el hidalgo se enfrentó a sus imaginarios gigantes. Este municipio se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de La Mancha.
La Sierra de los Molinos es un punto de parada obligatorio para todos los turistas. Pero Campo de Criptana es mucho más como nos explicaba su alcalde, Santiago Lázaro, y también es gastronomía.
Al margen del turismo, Campo de Criptana es sabor. De La Mancha a la mesa llegan los productos que forman parte del recetario manchego desde años inmemoriales. Pocos son los capítulos del Quijote en los que no se mencione la comida. Y si hay algo que sin duda hemos heredado de ello son precisamente sus platos. recetas que pasan de generación en generación; como por ejemplo las gachas manchegas.
Productos de matanza
La última parada nos llevó hasta el municipio de Villarrubia de los Ojos. En nuestra región y nuestra provincia siempre por estas fechas se ha celebrado la matanza. Una tradición que ha ido pasando de generación en generación, tal y como nos explicaba Miguel Ángel Famoso, alcalde de Villarrubia de los Ojos.
Una tradición que ahora mira hacia el futuro, porque la alta cocina echa la vista atrás e introduce estos productos tan típicos en las recetas más modernas como las que nos propusieron desde el restaurante El Mirador de La Mancha.
Sabores y experiencias que no fallan, que nos proponen un festín para nuestros sentidos y que nos invitan a conocer sitios cercanos, casi de kilómetro 0, con mucho que ofrecer