Osio, el obispo cordobés más relevante en la historia de la Iglesia

Córdoba

Una escultura en la plaza de las Capuchinas, en pleno centro de la ciudad, nos recuerda que en Córdoba nació uno de los personajes más influyentes en la historia de Iglesia: El obispo Osio.

Con la inestimable ayuda del historiador Manuel García Parody, esta semana hemos conocido algunos detalles de la vida de este insigne cordobés, que murió en el destierro a los 101 años después de haber sido nombrado obispo en el año 294, asesor del emperador romano Constantino I, y de haber presidido el concilio de Nicea.

A Osio se le atribuye un papel muy influyente en la decisión de Constantino de otorgar la libertad de culto a los cristianos dentro del Imperio Romano recogida en el concilio de Milán (año 313). Fue también el Obispo cordobés quien presidió el concilio de Nicea (año 325), "donde se establece la doctrina dogmática de la Iglesia, se condenó el Arrianismo y se redactó la oración de El Credo, considerado el símbolo de la fe", ha explicado Parody.

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Osio es, en opinión de nuestro historiador, "la figura más relevante de la iglesia cordobesa". Sin embargo, como nos cuenta Manuel García Parody, "tras la muerte de Constantino, sufrió persecución y martirio por parte de los Arrianos.".

El obispo Osio falleció en el año 357 en Panoía, actual Hungría, donde acabó sus días desterrado. Tenía 101 años.

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