El padre de los niños asesinados en Godella rechaza cualquier responsabilidad
Asegura que fue la madre la única autora material de ambos homicidios y niega que las creencias que ambos compartían pudiesen haber ejercido ninguna presión sobre su compañera, que actuó presa de un brote agudo de esquizofrenia paranoide
Valencia
El padre de los dos niños asesinados en Godella (Valencia) en 2019 rechaza cualquier tipo de responsabilidad en el crimen, asegura que fue la madre la única autora material de ambos homicidios y niega que las creencias que ambos compartían pudiesen haber ejercido ninguna presión sobre su compañera, que actuó presa de un brote agudo de esquizofrenia paranoide.
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En declaraciones a EFE, Arturo Peris, abogado de Gabriel, el padre de ambos menores, rechaza la acusación formulada por el fiscal a través de su escrito de calificaciones -"tan brutal petición (50 años) sin la necesaria prueba"-, y avanza las principales líneas de su defensa.
La Fiscalía Provincial de Valencia considera que tanto el padre como la madre de los menores asesinados en Godella en marzo de 2019 fueron autores del crimen, aunque únicamente reclama pena de prisión para el padre por considerar que la madre sufría un brote agudo de esquizofrenia.
En su escrito de acusación, al que tuvo acceso EFE, el Ministerio Público pide 50 años de prisión para el padre, 25 años por cada asesinato, y el internamiento durante el mismo periodo para la madre, con un tope de 40 años de cumplimiento de condena en ambos casos.
El 14 de marzo de 2019 fueron hallados muertos y enterrados en una vivienda del término municipal de Godella un niño de 3 años y medio y una niña de apenas cinco meses, hijos de los procesados.
El hallazgo se produjo nueve horas después de que la madre, que fue hallada desnuda y oculta en un bidón, confesase su ubicación.
Los cuerpos fueron enterrados en dos fosas, una a unos 75 metros de la vivienda que ocupaba la familia de forma ilegal, y el otro a unos 150 metros, en el suelo.
En los días posteriores a este suceso, la madre fue objeto de varios análisis médicos para tratar de determinar si sufría alguna enfermedad mental, y finalmente al menos dos informes psiquiátricos, que ya obran en la causa, han determinado que sufre esquizofrenia paranoide, motivo por el cual está intensamente medicada.
El fiscal cree que ambos "tenían y compartían creencias místico-religiosas, que habían aprendido e interiorizado" y que concretamente creían en la regresión, en la purificación de las almas mediante los baños de agua y en el renacimiento de las almas tras la muerte, y también que se sentían acosados y perseguidos por una secta.
Así las cosas, entre las 22 horas del 13 de marzo y las 4 horas del día 14 los acusados, "actuando de común acuerdo en la ejecución de tal plan, haciendo y dejando hacer el uno al otro, primero bañaron a sus hijos en la piscina y posteriormente les propinaron multitud de violentos golpes a ambos, bien con un objeto contundente, bien contra el suelo".
A juicio de Arturo Peris, la expresión de "haciendo y dejando hacer" no determina quién fue el autor material de los asesinatos y lamenta "tan brutal petición de condena sin la necesaria prueba".
En este sentido ve absolutamente necesario determinar "qué ha hecho cada uno de los procesados" y se pregunta: "¿Puede uno convencer a su mujer para que en un momento dado tenga un delirio y mate a mis hijos?, ¿cómo?, ¿es posible ponerse de acuerdo con un esquizofrénico en pleno brote?".
Asimismo, insiste en que el informe psiquiátrico forense de la madre es claro: "Dice que lo que hizo tiene una causa directa en los delirios, voces y paranoias que sufría, en nada más, de modo que no se explica la participación de ninguna otra persona en el asesinato de los menores".
"Las creencias y la filosofía, cada uno tiene las suyas, hay muchos católicos que creen en la resurrección; es fantasioso el escrito del fiscal en este sentido. Además, dudamos de que sea posible ponerse de acuerdo con un esquizofrénico en pleno brote porque carece de inteligencia y voluntad", añade Peris.