Para Orozco la declaración de la muralla como Patrimonio de la Humanidad es un "recuerdo imborrable"
Lugo
Era el 30 de noviembre de 2000 cuando se conoció, de madrugada, la noticia de que la UNESCO había fallado a favor del reconocimiento de la muralla romana de Lugo como Patrimonio de la Humanidad.
El alcalde entonces, Xosé López Orozco, festejó la nominación, con “foguetes” desde la casa consistorial luego de varios años promoviendo esta candidatura.
Veinte años después, Orozco ha confesado que se sintió “muy feliz” porque, en su opinión, “fue una gran ocasión, muy bien aprovechada por Lugo y por todos los lucenses, y un reconocimiento de algo que es muy importante para la ciudad y para la cultura, que es además muy importante para saber quienes fuimos”. “Estoy muy satisfecho, es un recuerdo imborrable”, se sincera.
El ex alcalde de Lugo no duda en dejar claro que lo que “echa de menos” en estas dos décadas y que era “un compromiso” de la Xunta, es que no se haya acondicionado el cuartel de San Fernando como “el centro de la romanización de Galicia”, y dedicar también ahí un centro sobre la Galicia “castrexa”.
Orozco ha invocado el “gasto que le supuso al concello comprar el cuartel” y lo que supondría que el cuartel de San Fernando se convierta en Museo de la Romanización que “le daría a la muralla una mayor explicación de lo que fue el Lugo romano y porque Lugo tiene una muralla”.
El ex alcalde ha apelado a una “promesa” del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, sobre el cuartel y espera que la “cumpla”.
Llega a sugerir que se lleve esta reivindicación a la calle, “como se hizo en su día para reclamar” distintos servicios sanitarios para el HULA, que sacó a miles de lucenses a protestar por la ciudad amurallada.
“Debemos estar todos unidos para reclamar algo que se nos prometió y algo que es necesario y que Lugo debe de tener que es el museo de la romanización en el cuartel de San Fernando”, ha propuesto finalmente.
Precisamente desde el concello, la alcaldesa, Lara Méndez, ha significado que esta declaración, hace 20 años, de Patrimonio de la Humanidad supuso “un hito histórico para la ciudad” de Lugo.