UGT y Comisiones Obreras defienden la armonización fiscal en España "para evitar el dumping fiscal"

Valencia

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras defienden la armonización fiscal entre las autonomías, estableciendo un "suelo mínimo" obligatorio. El Ministerio de Hacienda está estudiando fijar ese mínimo, que sería de un 15% en el impuesto de patrimonio y que dejaría libertad a las autonomías, en el 85% restante, para respetar la libertad fiscal.

En declaraciones a la SER, los dos sindicatos coinciden en que si España reclama una armonización fiscal en la Unión Europea, que evite que la competencia desleal entre países, no es de recibo que en España se permita el dumping fiscal que propicia la fuga de empresas y de grandes fortunas a las autonomías con menos carga impositiva.

UGT: "No es posible 17 fiscalidades distintas"

Ismael Sáez, secretario general de UGT en el País Valencià, afirma que desde hace mucho tiempo su sindicato está reclamando esa armonización porque no es posible que haya 17 fiscalidades distintas. Por eso reclama que en los impuestos cedidos se obligue a establecer un mínimo de contribución a las arcas públicas, ya que se evitarían así las bonificaciones de hasta el 95% en impuestos de patrimonio, sucesiones, o donaciones, que los convierten en prácticamente inexistentes.

Sáez insiste en que los impuestos son necesarios, entre otras cosas, porque de ellos salen los recursos que financien el Estado del Bienestar. No entiende que Madrid perdone 4.100 millones a los más ricos mientras la Comunitat Valenciana tiene un déficit de ingresos de 1.365 millones y ha de recurrir al endeudamiento para garantizar los derechos básicos. De ese dinero, según él, saldría la financiación justa que llevamos años reivindicando. Por eso no entiende que haya quienes reclaman esa financiación pero también "la libertad fiscal y que no se fije ese suelo".

CCOO: "La libertad fiscal provoca efecto llamada"

Arturo León, de Comisiones Obreras del País Valencià, afirma que la libertad de las autonomías en materia fiscal provoca un efecto llamada: los grandes capitales buscan pagar la menor cantidad posible de impuestos, pero ese dinero "es necesario "para aplicar políticas progresistas. Y también para atender a la sociedad y a la economía en épocas de crisis como esta. León afirma que es incompatible reclamar la ayuda de "papá estado", y no querer contribuir a las arcas publicas.