Agua en Wall Street
La cotización del líquido elemento en las bolsas internacionales puede convertirla en un arma especulativa. Algunos expertos dicen que puede conducir a una gestión más eficiente del agua. Veremos quién tiene razón
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LA GUINDA DE MIGUEL ÁNGEL GARROSA | Agua en Wall Street
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Bilbao
Hay profecías que, por desgracia, se cumplen. Hace 25 años el entonces vicepresidente del Banco Mundial, Ismail Serageldin, decía que las guerras que marcarían el futuro del siglo XXI iban a girar en torno a la disponibilidad de agua.
Esta semana el líquido elemento ha empezado a cotizar en bolsa, en Wall Street. Si sigue la moda de que el agua sea un arma de cotización en las bolsas mundiales, pasaríamos de tener un bien común -ojo, no bien común para todo el planeta; hay gente que no tiene acceso al agua- a una mercancía con la que se especula. El agua pasaría a ser como el petróleo o el oro.
Hay expertos que dicen lo contrario: que la cotización del agua podría suponer una gestión más eficiente de uno de los bienes más preciados del planeta. Veremos quién tiene razón.
