Carlos Mazón: una cosa es sacar pecho y otra venirse arriba

Alicante

Es entendible que Carlos Mazón saque pecho ante el consenso con el que se aprobarán los presupuestos de la Diputación para 2021. Otra cosa es que ayer se viniera arriba.

Y me explico. Ni un pero a que sean tiempos de acuerdos amplios, transversales, que demuestran la existencia de proyectos compartidos por encima de las ideologías. También es cierto que quien gobierna en cada institución es el que más tiene que poner de su lado para alcanzarlos.

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El problema es que esa euforia le lleva a Mazón a comparar lo obtenido en la Diputación de Alicante con "la escasa voluntad" que demuestran otras administraciones -en especial, dice, la Generalitat, con Ximo Puig a la cabeza, o el Ayuntamiento de València-.

Y claro, las comparaciones son muy peligrosas. Siempre se pueden poner múltiples ejemplos del escaso talante negociador demostrado por otros dirigentes del PP. En todos los ámbitos.

Sin ir más lejos, ese es el caso de la capital alicantina, en donde este año llueve sobre mojado -pese a la mano tendida del PSOE- y o cambian mucho las cosas o el equipo de gobierno, encabezado por Luis Barcala y del que el propio Mazón forma parte, volverá a aprobar las cuentas con el único apoyo de Vox.

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No estaría de más que Mazón hablara con Barcala.