Toneladas de basura, hielo y árboles caídos: la crónica de las calles de Madrid
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida anunció el martes que en los próximos dos días se recuperaría la normalidad en las calles de Madrid
Madrid
Pasear por las calles de Madrid se ha convertido en una tarea complicada para sus residentes debido al colapso que ha producido el temporal 'Filomena'. La imagen días después de la nevada es la de contenedores y papeleras enterrados bajo toneladas de basura, zonas peatonales cortadas por la caída de árboles y, sobre todo, el hielo que abarca calles enteras y por donde no se puede circular con seguridad.
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El Consistorio ha solicitado la colaboración de la gente y que "no depositen más basura en las calles por ahora". La realidad es que los vecinos tampoco pueden aguantar mucho más tiempo la acumulación de residuos en sus casas y prefieren sacarla a la calle sin ningún tipo de reciclaje. El resultado de las peticiones municipales y las necesidades vecinales es un rastro de bolsas de plástico junto a vidrio, cartón e incluso objetos que deberían depositarse en puntos limpios como colchones o sillas de estudio.
Trabajadores del servicio municipal de limpieza aseguran que les han trasladado la prioridad de apartar la nieve y las placas de hielo de la calzada pero "no nos han dicho nada de las basuras". Estas siguen a la espera de que se active el servicio de recogida específico, paralizado desde el viernes, que el Ayuntamiento ha prometido reanudar al 100% de su capacidad este jueves. "Es totalmente imposible recoger toda la basura pendiente", cuenta un operario, que aclara que están asumiendo calles que no corresponden a su ruta habitual.
Para los comerciantes de las zonas más afectadas también es desagradable tener que esquivar los montones de residuos para poder acceder a sus locales y la nieve y el hielo no ayudan. Empleados de tiendas y supermercados han decidido salir a la calle ellos mismos para despejar el hielo con sus palas y permitir así el acceso a los camiones que transportan las mercancías. Lo hacen, dicen, tras haber solicitado la colaboración de las administraciones y no haber recibido respuesta.
Las aparatosas caídas son otros de los problemas que provocan la nieve y el hielo, que disparan los registros de pacientes con fracturas que ingresan en los hospitales de la región. Solo en la mañana del lunes, el Samur atendía a un centenar de personas con fracturas por caídas. "Desde el inicio de la guardia de hoy, a las 8:00, de unos 130 pacientes registrados, 85 lo han sido por traumatismos de diversa índole", explicaba ese mediodía Juan Andueza, Jefe de Urgencias del Gregorio Marañón. "Para las personas mayores es un peligro constante", afirmaba una ciudadana que ya había sufrido el primer resbalón.
Atascos por las calles estrechas y zonas en las que persiste un riesgo de desprendimiento de nieve en las cornisas o por ramas caídas y amontonadas componen la fotografía del Madrid 'posfilomena'. La normalidad sigue a la espera, en previsiones que el Ayuntamiento estira, porque si al principio vaticinó que sería cuestión de días, hoy el final de la semana tampoco garantiza nada. Madrid sigue congelado.