Asturias contempla un nuevo cierre de la actividad no esencial ante el avance de la pandemia

Asturias

El avance del coronavirus en Asturias, ha obligado al presidente del Principado a mover ficha. Pese a que la región se sitúa con la segunda incidencia más baja del país con casi 236 casos por cada 100.000 habitantes, los datos no son buenos. La última cifra fue de casi 204, lo que supone un crecimiento de 32 casos en 24 horas. La incidencia a siete días también crece pasando de 141 a 151. A esto se suma la preocupación entre la autoridades sanitarias por el aumento de contagios entre los mayores de 65 años, un colectivo más sensible y que en la comunidad supone un importante porcentaje.

Adrián Barbón ha explicado, en el transcurso de la Comisión Ejecutiva Autonómica de la Federación Socialista Asturiana, que los datos en el resto de España y en Europa son "un drama". Para el jefe del Ejecutivo regional, la situación "aventura la realidad a la que nos vamos a tener que enfrentar en las próximas semanas y que exigirá desde el Gobierno de Asturias medidas duras y contundentes como en el mes de noviembre". El objetivo ha dicho es "salvar cientos de vidas". 

El paso al frente de Barbón se produce el día después de que el Gobierno de España haya rechazado decretar un nuevo confinamiento domiciliario. Tanto el ministro de Sanidad, Salvador Illa como la ministra de Política Territorial, Carolina Darias confían en revertir la situación con las medidas en dos semanas.

La última vez que Asturias adoptó medidas drásticas fue el pasado dos de noviembre con el cierre de la actividad no esencial. En aquel momento, antes del gran impacto de la segunda ola en la comunidad, se ordenó la clausura de la hostelería, gran parte del comercio, centros comerciales y grandes superficies y la supresión de espectáculos. Los hospitales de la región soportaban una media de 10-12 casos diarios de ingresos en unidades de cuidados intensivos. En la actualidad, la situación es bien distinta. De acuerdo a los datos del Ministerio de Sanidad, Asturias tiene el 8,71% de las camas COVID ocupadas (la cuarta región con menos ingresados) y el 17,08% de las camas UCI (la quinta autonomía), aunque las autoridades tienen comprobado que el Principado entra más tarde que otros puntos de España en las olas.