Las residencias de Balears registran un positivo cada dos días

Palma

La mejoría en las residencias de ancianos de Balears se consolida. Según cifras del Govern, los nuevos contagios en estos centros en diciembre y enero superaron la media de seis diarios; mientras que en lo que va de febrero se registra un positivo cada dos días.

La campaña de vacunación en el archipiélago, que arrancó el pasado 27 de diciembre con la primera de las dos inoculaciones, ha permitido datos como este y también la reducción de los positivos activos hasta niveles que no se registraban desde el 20 de agosto, previo al comienzo de la segunda ola, cuando las residencias de Balears contaban con 10 usuarios contagiados. A día de hoy, son 16 los residentes positivos, muy lejos del pico casos, que data del 18 y 21 de septiembre, con 256.

Ya iniciada una desescalada paulatina en las residencias de las islas, Carlos Pagán, médico del centro Llar d'Ancians, ha contado en la SER que el camino hasta aquí "ha sido muy duro", tanto para residentes como para empleados. Los usuarios ya retoman las salidas desde hace una semana y "lo han vivido como una liberación"."Estaban deseosos de volver a hacer una vida lo más próxima a su normalidad, y eso es salir a dar un paseo y hacer alguna compra por los lugares cercanos a la residencia", ha explicado.

Pagán ha relatado que ha habido mucha inestabilidad en el régimen de las visitas y las salidas en este año de pandemia que ya cumplimos, las cuales "han ido modificándose en función de la incidencia del virus". Ha afirmado que "siempre que se ha podido, se han facilitado las visitas de los familiares"; eso sí, quienes peor lo han pasado han sido aquellos usuarios que, siendo más dependientes, algunos de ellos sin salir de la cama, se han visto privados de recibir a sus seres queridos por no estar garantizada la seguridad.

Este médico de la residencia Llar d'Ancians ha apuntado también que ha existido miedo por parte de los residentes, que eran conscientes de pertenecer a un grupo de riesgo. "Algunos han transmitido su temor, tenían claro que no querían salir de la residencia para nada, incluso cuando ha habido algún permiso especial por Navidad", ha puntualizado.

Y del miedo a la responsabilidad, la que han manifestado durante el año de pandemia que se cumple, según ha señalado Pagán. "Entre el personal teníamos nuestras reservas de que los ancianos cumplieran, especialmente, con la normativa del uso de la mascarilla todo el tiempo, pero no ha sido así, sino que lo han acatado", ha explicado. Igualmente con los horarios, ya que "los usuarios salen del centro para dar un paseo o realizar alguna compra dentro de los límites de tiempo que establece la residencia".

Sin embargo, llegar a este punto no ha sido fácil tampoco para los trabajadores, que han visto multiplicada su carga de trabajo, estar regidos por los protocolos marcados y enfermando en muchos casos.

"Para nosotros también han sido meses complicados... Ha aumentado el trabajo en primera línea, en pruebas y también en organización", ha rememorado Pagán, quien alude al personal auxiliar, muy en contacto con el usuario, como el más afectado."Ha tenido una repercusión difícil a nivel colectivo por los contagios, especialmente".

Pagán ha apuntado que "al final todo pasa" y que hay que dar muestras de "optimismo" para poder seguir luchando contra este virus.