Historia

Cuando la pandemia era la tuberculosis

Hasta el año 1975 existieron en España los 'preventorios', a los que acudían menores para ser vacunados. Durante unos meses vívían allí bajo estrictas normas de comportamiento. Por el 'Preventorio del Dr. Murillo' de Guadarrama pasaron 500 niñas al año. Muchas de ellas relataron, con el tiempo, auténticas torturas

Cuando la pandemia era la tuberculosis

Cuando la pandemia era la tuberculosis

02:27

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/20210225175216602/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Chus Gil ahora trabaja en doblaje. En 1972 apenas era una niña de 7 años, a la que todos llamaban María Jesús. Durante su infancia y en dos ocasiones, sus padres la enviaron a Guadarrama. 'Fue una experiencia traumática' relata, 'me encontré en un sitio totalmente hostil, me puse enferma, no me supieron curar y como no cumplí los tres meses de estancia, tuve que volver al año siguiente'. Su paso por el preventorio de Guadarrama fue tan negativo que de adulta, se propuso buscar a otras mujeres que hubieran estado allí. Quería saber si 'a todas les había ido igual'.

Gracias a la democratización de internet pudo llegar a un foro de lugares deshabitados. Bajo las fotos del preventorio, leyó decenas de comentarios de mujeres que contaban lo que allí habían vivido. Fue entonces cuando se decidió a abrir un grupo en Facebook - que ahora siguen cerca de 400 participantes '¿Estuviste en el preventorio infantil del Doctor Murillo?'

La mayoría refiere historias oscuras, incluso tétricas. 'Unas señoritas de la Sección Femenina se paseaban por los colegios ofreciendo unas vacaciones gratuitas y bucólicas en la sierra', explica Consuelo García del Cid, autora junto con Chus Gil de Preventorio de Guadarrama- La voz de la Memoria. Los autobuses que trasladaban a las menores, partían de la calle Andrés Mellado de Madrid, ‘cuando llegaban al preventorio, las ordenaban en el patio a golpe de pito, les afeitaban la cabeza, y las distribuían por diversos pabellones. Las paredes de cada uno de ellos, de un color distinto para diferenciarlas’.

El control era férreo. Tocaba entonces el servicio sanitario. Todas en fila estaban obligadas a desnudarse y a vacunarse. Según el testimonio de muchas internas, la comida ‘era pitanza’ que obligaban a tragar. ‘Aquella que vomitaba tenía que engullir su propio vómito. Si lloraban: paliza; si se meaban en la cama: paliza, hasta el extremo de quemarles el culo con velas’ continúa explicando García del Cid, quien publicó en 2016 su libro. Chus concluye :’Nadie me trató con cariño, viví con miedo todo el tiempo, a otras les pegaron, a una un tal Padre Lauro le dejó sorda de una guantazo, a Dolores la violaron, a otra una cuidadora le clavó el tacón de un zapato en la cabeza. Yo creo que la mayoría lo pasamos mal’. Hubo amenazas de demandas por parte de las cuidadoras que aún vivían, sin embargo, todo se quedó en agua de borrajas. Pero la historia del Preventorio de Guadarrama salió a la luz.

Myriam Soto

Myriam Soto

Redactora de Radio Madrid

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00