El primer año de la pandemia deja 41.440 personas desempleadas más en la provincia de Alicante

La factura de la pandemia sigue siendo cara y la fractura social, profunda. Este martes hemos conocido los datos del paro de febrero en la provincia de Alicante que suponen un aumento de 2.388 desempleados más con respecto al mes anterior. Son 41.440 desempleados más que hace un año. El mes pasado estuvo marcado por el cierre total de la hostelería a causa de la pandemia por coronavirus y por las restricciones horarias y de aforo para el resto de comercios. Así, el sector de los servicios, de nuevo, es el que más personas aporta a las listas del paro con 2.583, le sigue agricultura (250) y el colectivo sin empleo anterior (91). Por el contrario, salen de la lista de parados 256 en construcción y 82 en industria. La cifra total de parados en la provincia de Alicante alcanza las 191.767 personas, según los datos hechos públicos este martes por el Ministerio de Trabajo. En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, ésta ha bajado en 2.269 cotizantes Por su parte, los sindicatos destacan que ya es el séptimo mes de aumento de paro consecutivo por el impacto de la pandemia y eso hace necesario el tan reclamado cambio en el modelo productivo alicantino. Hay que remontarse a los años 2012 y 2013 para encontrar un febrero con destrucción de empleo. Paro además, UGT en l'Alacantí y Comisiones Obreras en l'Alacantí i les Marines, hacen una "lectura de género" de los datos en el mes en que se celebrará el 8M, para que también se "potencien las políticas activas de empleo que acaben con la brecha salarial y en las prestaciones". Por eso, Yolanda Díaz, responsable de Empleo en UGT y José María Ruiz Olmos en Comisiones, destacan la "importancia" de reivindicar el próximo Día Internacional de la Mujer. La temporalidad y la estacionalidad se están "cebando" con las mujeres. El 77,5 % del nuevo desempleo tiene rostro de mujer y son los sectores con más presencia femenina la que más empleo destruye, como servicios, por lo que también son más mujeres las que están en un ERTE, el 51,6 % frente al 48,4 % de hombres.