El jesuita acusado de abusar de una alumna en Gijón condenado a más de siete años de cárcel

Gijón

Siete años y tres meses de prisión, seis años de inhabilitación para el desempeño de actividades docentes, prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 500 metros a la víctima durante otros siete años y cinco de libertad vigilada. La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Oviedo, con sede en Gijón, ha condenado a al jesuita acusado de abusar de una alumna en el Colegio de la Inmaculada de Gijón, por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento, es decir, aprovecharse de su superioridad respecto a la víctima, y acceso carnal.

El acusado llegaba al juicio, el 17 de febrero, aparentemente tranquilo y flanqueado por su abogado, Alberto Aldamunde, que ya anunciaba que pedirían la absolución porque no creían que existiese delito alguno.

Según el fallo de la sentencia, los hechos comenzaron en el curso 2006-2007 cuando el sacerdote, docente del Colegio de la Inmaculada de Gijón, contaba con 36 años y la alumna tenía 13. El religioso comenzó a contactar con ella aprovechando el momento difícil que atravesaba debido al reciente divorcio de sus padres. Posteriormente siguió comunicándose con la alumna a través de las redes sociales. Sus primeros encuentros sexuales se produjeron cuando la alumna tenía 14 años, y las relaciones sexuales completas, según la Fiscalía, cuando contaba con 17. Un año después se terminaba la relación que ha ocasionado a la joven un trastorno ansioso depresivo.

La Audiencia deja de manifiesto que el jesuita cometió un delito continuado de abuso sexual no consentido y apunta que se trata de una superioridad manifiesta sobre la víctima. La sentencia, que no es firme, puede ser recurrida en apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Por su parte la Compañía de Jesús ha emitido un comunicado en el que aseguran respetar la decisión judicial y reiteran a la víctima y a toda la sociedad la petición de perdón por el dolor que el sacerdote de su orden le haya podido causar. Aseguran que, una vez finalizado el proceso judicial, reanudarán el proceso canónico que se inició tras tener conocimiento de la situación y que quedó interrumpido. La Compañía de Jesús reitera, en el comunicado, su compromiso con la protección de los menores y las personas vulnerables. Afirman que "en los últimos años nuestro compromiso para hacer de todas nuestras instituciones entornos protegidos nos ha llevado a poner en marcha un Sistema de Entornos Seguros que, a través de la sensibilización, intervención y prevención deseamos logre evitar que se vuelvan a producir estas conductas".