Promotores descartan construir vivienda barata "por los precios del suelo y la normativa"

Palma

Mil euros al mes por un piso de tres habitaciones sin terraza al lado del Ocimax. 700 euros de renta por 60 metros cuadrados con una habitación en Pere Garau o 750 por un piso de dos habitaciones sin terraza en mitad de la calle Aragón. La crisis del coronavirus parece que no ha afectado a los precios de los alquileres en Palma, que siguen en los mismos niveles que antes de la pandemia. Es prácticamente imposible conseguir un arrendamiento por debajo de los 600 euros y lo que se ofrece son estudios de calidades cuestionables.

Lo mismo ocurre con los precios de venta de inmuebles. El precio de la vivienda usada en las islas se incrementó un 2,7% durante el mes pasado y las islas son la tercera comunidad autónoma con la vivienda más cara por metro cuadrado, sólo por detrás de Euskadi y Madrid. Luis Martín, de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears, afirma que la vivienda de segunda mano sigue al alza porque no hay oferta suficiente en el mercado. Como no se construye vivienda nueva, los inversores buscan en el mercado de segunda mano. La vivienda nueva se construye para un cliente de alto poder adquisitivo porque, afirma, es imposible hacer vivienda asequible en las islas con las normativas actuales.

Ferrán Font, director de estudios de Pisos.com. dice que el mercado de la compraventa está siguiendo una evolución muy plana. El año 2020 arrancó con una subida moderada y, a pesar de las previsiones de caída de un 10% de los precios con la llegada del coronavirus, los precios se han mantenido. Los propietarios que son particulares, dice, están a la expectativa para vender. La previsión desde Pisos.com es que la caída del 10% que se preveía para este año se traslade a 2022 por las expectativas de paro y del final de las ayudas.